Ucrania atacó cuatro aeródromos militares rusos el miércoles por la noche en su «mayor ataque con aviones no tripulados de largo alcance» desde que comenzara el conflicto, mientras seguía ampliando su ofensiva en la región rusa de Kursk, informaron los medios de comunicación.
Según un comunicado del Estado Mayor ucraniano en Telegram, los objetivos principales del ataque con drones en las regiones rusas de Voronezh, Kursk y Nizhniy Novgorod fueron depósitos de combustible y armas de aviación.
«Seguimos avanzando en Kursk», escribió en Telegram el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, «de uno a dos kilómetros en varias zonas desde el comienzo del día».
Según los medios de comunicación extranjeros, aproximadamente 12.000 soldados ucranianos han entrado en la región rusa de Kursk, estableciendo una zona estratégica de seguridad en las áreas fronterizas.
Zelenski afirmó que se establecerá una comandancia militar en la zona ocupada «si es necesario». Un área que, según Ucrania, supera los 1.000 kilómetros cuadrados.
En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó anteriormente la ofensiva ucraniana en Kursk de «provocación a gran escala», acusando a Ucrania de atacar zonas civiles de forma indiscriminada.
Ucrania se enfrentará a una «respuesta adecuada» por sus acciones, subrayó Putin.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que en las últimas 24 horas, sus fuerzas habían repelido con éxito seis ataques ucranianos en la región de Kursk.
Además, afirmó haber destruido 117 drones y cuatro misiles tácticos lanzados por Ucrania contra varias regiones rusas, incluida Kursk.
Ucrania ha perdido hasta 2.300 soldados y 37 tanques durante su incursión en Kursk, añadió el Ministerio.
En respuesta a esta invasión ucraniana, la Guardia Nacional rusa declaró que ha aumentado las medidas de seguridad en la central nuclear de Kursk, situada a tan solo 35 kilómetros de la zona de conflicto.