El Presidente Milei aseguró que el programa económico pretende ponerle fin a los diversos seguros que ofrece el Banco Central con las entidades financieras, eliminando así una potencial vía de emisión monetaria.
El Gobierno del Presidente Javier Milei volvió a hacer énfasis en el ordenamiento macroeconómico del país, y la adopción de una política monetaria moderna para el Banco Central. Esto implica eliminar todos aquellos desequilibrios y maniobras poco convencionales que habían sido heredadas de la administración anterior.
La desaparición de los pasivos remunerados de la hoja de balance del BCRA supuso un primer gran paso para la normalización de la institución, pero el Gobierno ahora pretende avanzar con la desactivación de los llamados “Puts” que ofrece la autoridad monetaria a diversos bancos.
¿Qué son los Puts y por qué suponen un problema para el Gobierno?
Los Puts son instrumentos que funcionan como un seguro que ofrece el Banco Central con los bancos. Constituyen opciones de venta, que permiten que su poseedor tenga el derecho de vender un activo subyacente a un precio predeterminado y dentro de un período específico.
En otras palabras, a partir de los Puts el Banco Central se obliga a sí mismo recomprar títulos soberanos del Tesoro emitidos en pesos, siempre y cuando así lo quieran los bancos que adquirieron estos instrumentos.
Los bancos se ven protegidos por eventuales caídas en la paridad de los títulos públicos que pudieran comprar, ya que eventualmente ejercerían el derecho de venderlos automáticamente al Banco Central (sin que este pueda negarse) a un precio previamente fijado, y por estas razones funciona como un seguro.
El principal problema de estos instrumentos es que el BCRA se ve obligado a monetizar cualquier tipo de corrida contra los títulos públicos, si así lo quisieran los bancos. Todas las recompras de títulos públicos ejercidas por el Banco Central sólo pueden efectuarse con más emisión monetaria.
Los bancos poseen actualmente un monto por el equivalente a 20 billones de pesos (cerca de 16.000 millones de dólares al tipo de cambio paralelo) en Puts, por lo que podrían ejercer su derecho para que el BCRA les recomprara títulos públicos (y emitiera pesos para hacerlo) por una cantidad de semejante magnitud. Esto sin lugar a dudas genera una gran presión para el BCRA, y también para las expectativas de inflación futuras.
El Gobierno planteó la necesidad de cerrar esta bomba de emisión monetaria, atenuando así el impacto inflacionario de cualquier eventual corrida contra los títulos públicos que pudieran efectuar los bancos.
Idealmente, los Puts del BCRA fueron diseñados para “incentivar” la compra de títulos públicos, pero en contrapartida generan un potencial riesgo inflacionario para el país, que además los bancos pueden usar maliciosamente para “extorsionar” al Gobierno de turno.
Fuente: Derecha Diario