Además se distribuirán 9 millones de libros todos los años y los padres recibirán vouchers para elegir los textos que desean en librerías.
El Plan Federal de Alfabetización impulsado por el secretario de Educación, Carlos Torrendell, junto con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, consiguió en pocos encuentros la firma de los 24 gobernadores.
Todos coincidieron en la necesidad urgente de abordar el problema de los alumnos que egresan del colegio sin haber aprendido habilidades básicas como la comprensión de textos o la realización de operaciones matemáticas simples.
El Gobierno de Javier Milei ha prometido destinar 1.000 millones de dólares a programas de alfabetización, en su mayoría provenientes de un crédito del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además, aunque se permitió que cada provincia elija el método de enseñanza de lectura y escritura que prefiera (ya sea estructurado, respaldado por sectores liberales, o constructivista, promovido por el progresismo), Torrendell espera que para fin de año comience a operar el Sinide, un sistema de monitoreo en línea que registrará lo que ocurre en las escuelas, incluyendo las trayectorias escolares de los alumnos y docentes, así como los resultados de las evaluaciones, permitiendo ajustes en tiempo real y verificando los aprendizajes sin esperar a que termine el ciclo.
Torrendell promete imprimir 9 millones de libros de literatura infantil cada año, que se distribuirán entre alumnos de escuelas públicas y privadas con subvención. En algunos casos, los padres recibirán vouchers para elegir los textos que desean en librerías. “La alfabetización debe lograrse en primer grado. Eso es categórico”, afirma Torrendell, quien el próximo año sumará a las pruebas Aprender dos evaluaciones internacionales para primero y segundo grados. Las mejoras, asegura, deberían ser evidentes en 2026.
En una entrevista realizada por La Nación, el secretario afirmó que: «hay un elemento clave en este plan, que es el monitoreo de datos. Queremos brindar información a las escuelas, a los ministros, a los supervisores, a los directores, a los maestros y a las familias, para que puedan verificar, ver cómo están avanzando sus hijos, sus aulas, sus escuelas, sus distritos.»
Y añadió: «Ahí estamos trabajando en la mejora del Sinide, (Sistema Integral de Información Digital Educativa, creado en 2012, pero nunca funcionó de forma completa), que debería estar listo para funcionar plenamente ya a principios del año que viene. Ahí, en materia de conectividad, tenemos el 87% de escuelas conectadas.»
Al ser preguntado respecto al control parental, Torrendell aseguró: «Vamos hacia un sistema educativo en el que, todos los días, en línea podamos saber qué chicos y qué maestros están presentes o ausentes, qué están haciendo. Eso es clave para comprender las trayectorias de todos. Esa es información valiosa si la podemos conocer en línea, no un año después.»
«Lo mismo con las evaluaciones. Hay que lograr cuanto antes, procesar toda esa información para que las escuelas tengan sus informes, que los padres accedan a ellos y en el caso de las evaluaciones censales, a los resultados de sus hijos. Eso es clave porque permite que uno no solo tenga la evaluación al finalizar el proceso, sino durante, para aplicar las mejoras que se necesiten.», completó.
«Los recursos de Nación en cuatro años significarán casi 1000 millones de dólares, si se analiza de forma transversal, lo destinado a formación docente, y a otros programas que apuntan a mejorar los aprendizajes fundamentales. Estamos en el proceso de negociación para firmarse en estas próximas semanas, todo está encaminado, con organismos internacionales (concretamente mediante el préstamo del Banco Mundial y del BID, la Nación va a recibir unos 800 millones de dólares, el aporte del Banco Mundial va a ser de 500 millones de dólares y el del BID, de 300 millones de dólares). Hay que entenderlo como algo transversal. Ahora estamos el proceso de compra y de impresión de 9 millones de libros que se van a distribuir. El Presidente fue muy específico en que iba a haber fondos para esta política.«, explicó el secretario, al ser consultado respecto al presupuesto destinado para este plan.
Para finalizar, Torrendell expresó que «aunque pueda parecer muy arriesgado de mi parte, creo que en las pruebas Aprender de 2026, tendríamos que empezar a ver algunos resultados. Eso sería razonable. En general se dice que la educación es para el largo plazo, pero en esto no. La evidencia empírica muestra que la alfabetización no es algo eterno.
«Uno puede, no digo cambiar todo, pero debería poder mostrar resultados de mejora en dos años. Claro que el estado de situación de cada provincia no es el mismo. La línea de base la van a marcar las pruebas Aprender de noviembre próximo. Por lo tanto, es poco probable que el progreso sea parejo, pero lo importante no es llegar todos al mismo lugar sino que todos hayamos mejorado.», concluyó.
Fuente: Derecha Diario