La entrevista que El País le hizo a Alberto Fernández para que rompiera el silencio en un medio amigo sobre las acusaciones de que golpeaba a su ex mujer se convirtió rápidamente en un dolor de cabeza para el presidente de España, el socialista Pedro Sánchez.
Si bien el ex mandatario argentino pidió como favor al gobierno de Pedro Sánchez que le dejara hacer un descargo en un medio con renombre internacional como El País, que ha caído en las garras del PSOE en los últimos años, el propio presidente socialista dio un paso atrás cuando salieron las fotos de Fabiola golpeada en el brazo y en el ojo.
Nada peor para un mandatario cuyo único capital político se ha reducido a mostrarse aliado del feminismo, que tener que salir a defender o darle un megáfono a un golpeador y abusador de mujeres. Cuando El País le filtró a Sánchez cómo había salido la nota, con un Alberto Fernández que habría acusado a Fabiola de drogadicta y de inventarse lo golpes, corrió para frenar la noticia.
El «hermana, yo te creo» quedó en el tacho de basura. El equipo de gobierno de Sánchez estuvo días enteros en comunicación con la redacción de El País, presionando para que no publicaran la nota. Sin embargo, una editorial de Horacio Verbitsky, este sábado en El Cohete a la Luna, les derribó el plan.
Verbitsky contó todo lo que Alberto dijo en aquella prohibida entrevista. «Cuando quedó claro que El País no incluiría la nota tampoco en la edición de hoy, como había asegurado el ex presidente, ya era tarde para detener esta entrevista, que por esa serie de alternativas resulta ser la primera manifestación in extenso de Fernández«, afirmó el ex montonero devenido en periodista.
Esto cambió los planes de Sánchez, quien debió ceder ante la redacción de El País y cambió su estrategia: el domingo presionó para que la nota saliera pero de manera suavizada, quitando las frases más violentas que mencionó el ex presidente, y dejando un vago «lo tendrá que decidir la justicia» como la temática principal de la entrevista.
Toda esta situación deja en aprietos a Pedro Sánchez, quien defendió a capa y espada a Alberto Fernández durante los últimos 4 años y lo engrandeció como un gran defensor de los derechos de las mujeres. Incluso, se especuló que luego del 10 de diciembre, el líder kirchnerista viajaba a España para convertirse en un asesor en las sombras del PSOE, algo que Sánchez negó categóricamente, quizás sabiendo que lo podría dejar pegado en el futuro.
Actualmente en España hay una fuerte discusión en la izquierda por las denuncias contra Alberto Fernández. Mientras que en Argentina no quedan dudas que el creador del Ministerio de la Mujer era en realidad un golpeador de mujeres, en territorio europeo Pedro Sánchez todavía mantiene la careta de aliado feminista y concentra un gran apoyo en el electorado progresista. ¿Saldrá alguna vez un secreto bien guardado sobre la relación de Sánchez con las mujeres? Como dicen en Argentina los seguidores de Milei: «No falla».
Fuente: Derecha Diario