Los médicos afiliados a la influyente Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA) suspenderán la atención a los pacientes de IOMA en toda la provincia por 48 horas, lo que representa otro enfrentamiento directo con la desastrosa gestión del ultra-kirchnerista Axel Kicillof.
Esta decisión de los médicos responde a una medida del gobierno de Kicillof, que decidió cancelar un convenio en el que dejaba de requerir sus servicios en 11 ciudades del norte de la provincia, dejando sin trabajo a miles de profesionales de la salud.
La deficiente gestión de Kicillof con la salud pública
Durante el pasado julio, más de 800 chicos bonaerenses se encontraron a la espera de una prótesis para poder operarse y Kicillof no quería entregar. Además, desde hace 4 años que no le paga a los hospitales de gestión compartida con el Gobierno Nacional, acumulando, hasta este momento, una deuda de 183 mil millones de pesos.
La situación en torno al Hospital Garrahan y su relación con Axel Kicillof refleja una grave crisis en el sistema de salud pública bonaerense, especialmente en lo que respecta a la atención pediátrica y la provisión de recursos médicos esenciales.
En ese momento, y posiblemente tambíen en la actualidad, más de 800 niños bonaerenses estaban en lista de espera para recibir prótesis que son necesarias para procedimientos quirúrgicos en el Hospital Garrahan. Estos pacientes, con diversos diagnósticos, enfrentan largas esperas que superan el año, lo cual es alarmante considerando la urgencia de sus condiciones médicas.
La falta de entrega de estas prótesis por parte del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires generó una intervención necesaria por parte del Gobierno de Javier Milei, para asegurar que estos niños reciban el tratamiento adecuado. Esta intervención evidencia una clara deficiencia en la gestión de recursos y la planificación de la atención médica por parte de la administración kirchnerista.
El Hospital Garrahan, como centro de referencia nacional en pediatría, juega un papel fundamental en el tratamiento de enfermedades complejas y la provisión de servicios especializados para niños de todo el país, incluidos aquellos que residen en la Provincia de Buenos Aires.
El anteriormente mencionado hospital opera bajo un esquema de gestión compartida entre el Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A pesar de esto, aproximadamente el 45% de los pacientes que se atienden en este hospital provienen de la Provincia de Buenos Aires, lo que muestra la gran dependencia de los servicios especializados que ofrece este centro para los bonaerenses.
Sin embargo, a pesar de esta alta demanda y dependencia, el gobernador kirchnerista enfrenta dificultades para cumplir con su parte del financiamiento y la provisión de recursos, lo cual ha resultado, hasta julio de 2024, en una deuda acumulada de 183 mil millones de pesos con los hospitales de gestión compartida en su territorio. Esta deuda se arrastra desde hace cuatro años, afectando gravemente la operación y la calidad de la atención en estos hospitales.
Es importante destacar que mientras el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cumple con su compromiso financiero con el Garrahan, garantizando así la continuidad de los servicios médicos esenciales, la Provincia de Buenos Aires no ha logrado hacer lo mismo con los suyos. Esta disparidad en el cumplimiento de obligaciones financieras pone en riesgo la operatividad de los hospitales y, lo que es más grave, compromete la atención médica de los pacientes que dependen de estos servicios.
La falta de entrega de prótesis y otros recursos por parte del gobernador kirchnerista es solo un síntoma de los problemas más amplios presentes en el sistema de salud pública de la Provincia de Buenos Aires. La salud de los niños y adolescentes no puede esperar, y las autoridades provinciales tienen la responsabilidad fundamental de garantizar que todos los recursos necesarios estén disponibles para asegurar el bienestar de los bonaerenses.
Kicillof no tiene plata para financiar la salud pública bonaerense, pero todos los meses destina millones de pesos en «pauta provincial» para financiar a medios de comunicación ideológicamente aliados con el único objetivo de ensuciar a la administración de Milei y, lógicamente, ocultar estos graves problemas que ocurren en su provincia.
Fuente: Derecha Diario