Más de 2.000 soldados y 500 policías desplegaron un operativo el pasado lunes en un barrio en la periferia sur de la capital salvadoreña, con el objetivo de rastrear y capturar a miembros de pandillas que intentarían establecerse en el área, informó el presidente Nayib Bukele.
«Inteligencia policial ha determinado que en la colonia 10 de octubre, en San Marcos, San Salvador Sur, se encuentra un grupo de pandilleros escondidos. Hemos establecido un cerco de seguridad en toda la colonia… para extraer hasta el último pandillero que se encuentre en el área«, comunicó el mandatario en su cuenta oficial en la red social X.
El operativo militar contra las pandillas
El despliegue fue liderado por el ministro de la Defensa Nacional, vicealmirante René Francis Merino Monroy, mientras que el ministro de Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, supervisó las actividades en el lugar.
«Estamos tras estos delincuentes. Tenemos indicios de que se quieren establecer en este sector y por esa razón el señor presidente ha tomado a bien ordenar el establecimiento de este cerco«, explicó el ministro de Defensa al detallar el operativo conjunto ante los medios.
Merino Monroy añadió que personal de la unidad de tránsito de la policía instaló controles en las inmediaciones para evitar posibles fugas y afirmó que ya cuentan con «los archivos, los perfiles de ellos y que son los que se puede encontrar en estos sectores«.
Este es el tercer cerco de seguridad militar instalado en lo que va del año para localizar y arrestar a pequeños grupos de pandilleros que siguen activos en el país.
Estrategias de cerco en El Salvador
En marzo de este año, Bukele ordenó cercar tres grandes comunidades en el norteño departamento de Chalatenango con la finalidad de desmantelar un grupo de la pandilla Barrio 18 Sureños vinculado a dos homicidios.
Por más de tres décadas, las pandillas o maras, con presencia en numerosas comunidades y barrios, extorsionaron a empresarios de transporte y a la población general, además de asesinar a quienes no pagaban. También participaron en actividades relacionadas con el narcotráfico.
Cambios drásticos en la lucha contra la violencia
En 2015, El Salvador era considerado uno de los países más violentos del mundo, con 5.656 homicidios, una tasa de 106 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, el panorama cambió cuando el país registró 62 homicidios en un solo día, lo que llevó al Congreso a aprobar en marzo de 2022 la solicitud de Bukele para instaurar un régimen de excepción, que suspende derechos constitucionales como el derecho de asociación y permite a las autoridades interceptar comunicaciones de sospechosos.
Además, el plazo de detención administrativa, sin intervención judicial, se amplió de 72 horas a 15 días, eliminando el derecho de los detenidos a ser informados de los motivos de su arresto y a contar con defensa legal.
El Congreso también aprobó reformas al Código Penal el año pasado, criminalizando la pertenencia a una pandilla con penas de entre 20 y 40 años de prisión. Los líderes pueden enfrentar hasta 60 años de cárcel.
La medida lleva más de dos años y medio en vigencia y fue cuestionada, como ocurre siempre, por organismos y activistas de derechos humanos, quienes militan activamente a favor de los derechos de los delincuentes.
Fuente: Derecha Diario