Desde la semana pasada, el Ministerio de Salud, liderado por el recién nombrado Mario Lugones, comunicó que las provincias tienen la posibilidad de importar medicamentos desde India, en respuesta a un pedido del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. Además, se renovó la dirección del Hospital Garrahan y se anunció una reorganización en el hospital de salud mental Bonaparte.
A su vez, se definió un esquema para limitar los costos que los hospitales públicos pagan por medicamentos e insumos, y recientemente se firmó un convenio con el PAMI que redujo un 50% el costo de los medicamentos que distribuye la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), logrando además un ahorro del 80% en la licitación para tratamientos de hemofilia, entre otras medidas.
Lugones y la viceministra Cecilia Loccisano aceleraron la gestión, siguiendo los lineamientos principales establecidos por el presidente Javier Milei desde que asumió: lograr una mayor eficiencia en el gasto, manteniendo el déficit cero, y otorgar a los ciudadanos más libertad de elección.
Concretamente, el acuerdo firmado ayer con el PAMI estableció un “mecanismo de cooperación para la adquisición y distribución de medicamentos que anteriormente se adquirían bajo la DADSE, utilizando los convenios ya existentes entre el PAMI y la industria farmacéutica, lo que permitirá un ahorro promedio del 50% en los costos de adquisición“, según fuentes oficiales.
Este acuerdo tiene como objetivo “simplificar los trámites administrativos, acelerar la provisión y facilitar el acceso a los medicamentos para los beneficiarios de la DADSE, generando además un ahorro significativo en los costos de compra“.
Por esta razón, el Ministerio de Salud planea “transferir los fondos necesarios para cubrir el gasto en la adquisición de dichos medicamentos, siguiendo un esquema similar al del fondo estratégico con la OPS“.
El listado de medicamentos cubiertos por este acuerdo incluye 64 presentaciones, y se trata de un acuerdo dinámico que se ajustará según la demanda de los beneficiarios y los convenios vigentes del instituto. Este mecanismo de compra complementa las licitaciones públicas que realice el ministerio en el marco de la DADSE y del Banco Nacional de Drogas Especiales.
El convenio para proveer a la DADSE y la licitación para los tratamientos de hemofilia, según colaboradores de Lugones y Loccisano, forman parte de un plan de trabajo más amplio que se diseñó en agosto, cuando la renuncia de Russo aún no estaba en el panorama.
Según señalaron, con la llegada de la gestión libertaria se pudo constatar que “el Estado llevaba años comprando de manera ineficiente y malgastando recursos, sin utilizar los canales preexistentes que ya funcionan bien“.
En los últimos diez meses, según fuentes del Ministerio de Salud, se intentó reconstruir los mecanismos básicos de gestión, sobre todo en lo relacionado con los pagos a prestadores y proveedores.
“No hay claridad sobre cuánto gasta el Estado en medicamentos para hospitales y centros de salud, ni sobre los precios de compra; no se realiza seguimiento de los tratamientos ni de los pacientes, y ni siquiera hay una base de datos que informe cuántos amparos se pagan y a quiénes“, explicaron fuentes anónimas.
A modo de ejemplo, PAMI cuenta con casi 400 mil afiliados activos e inactivos que son pacientes oncológicos en tratamiento. Más de 160 mil afiliados reciben su medicación a través del PAMI, que mantiene convenios con la industria farmacéutica y cuenta con canales logísticos establecidos para asegurar la entrega oportuna de los medicamentos.
Para el Gobierno, la obra social de jubilados y pensionados está llamada a convertirse en “un actor estratégico que no solo trabaja para sus afiliados, sino también para aquellos argentinos en situación de vulnerabilidad que no tienen cobertura de salud, ni han podido acceder a tratamiento a través del ministerio de salud de su provincia o la secretaría de salud de su municipio“.
Fuente: Derecha Diario