Las remuneraciones medidas a partir del índice RIPTE se incrementaron en un 16,1% solamente en el mes de abril, y con esta cifra llegaron a duplicar el aumento de los precios registrado en ese mismo período. Los salarios se anotaron una suba de hasta el 6,7% en términos reales.
Tras el shock inicial por la debacle inflacionaria que había dejado plantada el exministro Sergio Massa, los salarios formales comienzan a recuperar su poder de compra. A partir de la medición de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), se registró un muy fuerte incremento del 16,1% solamente en el mes de abril, la suba más alta en lo que va de la presidencia de Javier Milei.
Los salarios formales llegaron a duplicar el aumento de los precios de abril, ya que el salto del IPC en este período fue del 8,8% según la medición oficial del INDEC. En otras palabras, las remuneraciones lograron anotarse una suba de hasta el 6,7% en términos de poder de compra de bienes y servicios.
Se registró la segunda recuperación salarial consecutiva en lo que va del 2024. Cabe recordar que los salarios relevados por el RIPTE registraron una suba nominal del 14% en marzo, mientras que los precios minoristas en ese mismo mes aumentaron un 11%.
Por otra parte, la suba acumulada del IPC nacional entre diciembre de 2023 (como punto de partida) y abril de 2024 fue de 64,8%, mientras que el índice RIPTE consiguió anotarse un incremento del 69,2% en el mismo período. Esto refleja la recuperación del poder adquisitivo del salario desde el abismo alcanzado en diciembre del año pasado, cuando el país se encontraba al borde de la hiperinflación.
El índice RIPTE es un indicador que toma en cuenta únicamente a los salarios formales, incluyendo no solo al sector privado sino también a la esfera estatal. Solo cuantifica componentes remunerativos del salario (no incluye bonos ni sumas fijas), y la muestra de salarios que utiliza cuenta con “tope” equivalente al máximo imponible definido para los aportes a la seguridad social (todos los salarios superiores no son contabilizados).
Sin embargo, e independientemente de las características de medición que tenga el RIPTE, lo cierto es que todos los indicadores salariales demuestran una contundente recuperación en el poder de compra. El índice salarial del SIPA comenzó a ganarle a la inflación incluso antes que el RIPTE, entre los meses de enero y febrero respectivamente.
Los salarios nucleados en el SIPA llegaron a repuntar un 24,5% en el mes de enero frente a una tasa de inflación mensual del 20,6%, lo cual implicó un aumento superior al 3% en términos reales. Para el mes de febrero, el salario promedio del SIPA aumentó en un 16%, y nuevamente la suba de los precios se mantuvo por detrás, con un incremento del 13,2% (un aumento real del 2,5%).
A diferencia del RIPTE, el índice SIPA solamente contempla a los trabajadores registrados del sector privado, y registra remuneraciones brutas (no tiene en cuenta el pago del impuesto a las Ganancias, ni tampoco las contribuciones a la seguridad social, entre otras cosas).
El índice de salarios del INDEC, que incluye a los trabajadores del sector privado formal, el sector público y el sector informal, nuevamente convalidó la recuperación real de las remuneraciones a partir del mes de febrero. Sin importar la metodología de los indicadores disponibles, todos llegan a la misma conclusión: luego del shock de diciembre, los salarios le están ganando a la suba de los precios mes a mes.
Fuente: Derecha Diario