La provincia de Córdoba enfrenta unos graves incendios forestales que ya devastaron más de 25 mil hectáreas en zonas serranas como San Marcos Sierras, Villa Berna, Chancaní y Ascochinga.
Durante el último fin de semana, los cuerpos de bomberos trabajaron sin descanso para contener múltiples focos de incendio, pero los esfuerzos en tierra resultaron insuficientes. La Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofe y Protección Civil de la provincia mantiene un Alerta Rojo para gran parte del territorio, lo que refleja la gravedad de la situación.
En este contexto crítico, el Gobierno de Javier Milei tomó medidas claves y rápidas para apoyar a la provincia. Hasta el momento, se desplegaron 3 aviones hidrantes, 2 helicópteros, 60 brigadistas nacionales y 2 camiones comando autobombas, recursos que fueron enviados desde Nación al gobierno provincial de Martín Llaryora, quien tiene la responsabilidad directa de combatir el fuego.
Este respaldo inmediato demuestra un compromiso por parte de la administración de Milei, que se diferencia notablemente de la inacción observada en las gestiones anteriores.
La falta de recursos y atención a la problemática de los incendios forestales es una constante en la historia reciente de Argentina. Durante su corrupto gobierno, Cristina Kirchner prometió comprar múltiples aviones hidrantes y equipos de última tecnología para combatir estos desastres.
Sin embargo, la plata “desapareció” y tales promesas no se materializaron, sumado a la falta de inversión en infraestructura dejó a las provincias vulnerables y desprotegidas. La situación actual en Córdoba pone de manifiesto que, a pesar de las promesas, las administraciones anteriores dejaron un legado de abandono frente a un problema recurrente.
Por su parte, Alberto Fernández, también en un contexto de incendios en Corrientes, mostró una falta de respuesta eficaz ante la crisis que azotó a la provincia durante su mandato.
Las promesas vacías y la ausencia de acción concreta resultaron en una ciudadanía expuesta a las catástrofes naturales. La historia reciente nos recuerda que las decisiones políticas tienen repercusiones directas en la vida de miles de personas; los cordobeses sufrieron las consecuencias de la falta de recursos y atención por parte de los gobiernos kirchneristas.
La coordinación de esfuerzos y la movilización de recursos por parte del Estado nacional, en situaciones de emergencia deben convertirse en una norma, no en una excepción.
A medida que los bomberos continúan trabajando incansablemente para contener los incendios, la administración de Milei muestra un claro ejemplo de la importancia de la acción efectiva en estos momentos.
Mientras que las administraciones kirchneristas dejaron a las provincias a su suerte, hoy los cordobeses pueden contar con el apoyo del Gobierno nacional.
Fuente: Derecha Diario