Argentina cerró el primer semestre de 2024 con preocupantes cifras de pobreza e indigencia, que alcanzan a gran de la población. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 52,9% de la población se encuentran en situación de pobreza, mientras que el 18,1% vive en la indigencia.
Este panorama desolador es la consecuencia del denominado “Massazo“, la crítica situación económica heredada de la gestión kirchnerista, cuando Sergio Massa se desempeñaba como ministro de Economía.
El legado económico del kirchnerismo dejó al país sumido en una inflación descontrolada, que afectó gravemente el poder adquisitivo de los hogares argentinos.
Las políticas económicas de la anterior administración, caracterizadas por un gasto público desmedido, emisión monetaria sin control y medidas populistas, sentaron las bases para la crisis que Argentina enfrenta hoy.
Durante la gestión de Massa, los esfuerzos por contener la inflación fueron inexistentes, y los sectores más vulnerables del país fueron los primeros en sentir las consecuencias. La negligencia y corrupción del pasado es la responsable de la miseria del presente.
Los datos publicados por el INDEC revelan que el 42,5% de los hogares argentinos están en situación de pobreza y el 13,6% se encuentra en la indigencia. Estas cifras reflejan los profundos problemas estructurales que el kirchnerismo dejó como herencia al actual gobierno de Javier Milei.
Sin embargo, en medio de este duro panorama, las políticas económicas implementadas por la administración de Milei están comenzando a dar sus frutos.
Según un informe reciente de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), la pobreza en Argentina se redujo al 48,5% de la población durante el primer semestre de 2024, lo que representa una disminución de casi 9 puntos porcentuales respecto al 57,4% registrado en enero de este mismo año. Esta caída refleja los primeros signos de mejoría económica bajo las nuevas medidas implementadas por el gobierno actual.
El equipo económico de Javier Milei priorizó la lucha contra la inflación y el déficit fiscal como uno de los pilares fundamentales para revertir la situación de pobreza en el país.
La estabilización de los precios y la reducción drástica del gasto público fueron claves en esta estrategia. Asimismo, el aumento de los salarios reales registrado durante los últimos meses comenzó a aliviar la presión sobre los sectores más castigados, permitiendo que más familias puedan acceder a la canasta básica total (CBT) y escapar de la pobreza.
El informe de la UTDT también destaca que la Canasta Básica Total, que se utiliza como umbral para medir la pobreza, registró un incremento mensual del 2,6% en junio, el más bajo desde noviembre de 2021.
Este dato refleja el éxito de las políticas aplicadas por el gobierno de Milei, que busca devolverle el poder adquisitivo a las familias argentinas. Para una familia tipo, el costo de la CBT fue de $873.169 en junio, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia, subió solo un 1,6%, marcando el aumento más bajo desde junio de 2020.
A pesar de la herencia económica del kirchnerismo, el gobierno actual está demostrando que, con decisiones inteligentes y con un enfoque en la estabilidad macroeconómica, es posible revertir la catástrofe dejada Sergio Massa.
Los esfuerzos de Javier Milei por reducir la inflación y promover el crecimiento económico están empezando a rendir frutos, y las proyecciones para los próximos meses son alentadoras. Con una inflación en descenso y un aumento real de los salarios, es prácticamente un hecho que la tasa de pobreza continuará disminuyendo.
El desafío para el gobierno es enorme, pero los primeros avances son claros. Javier Milei se enfrenta a la peor herencia en toda la historia del país, y tiene el enorme reto de arreglar los daños económicos acumulados por décadas de mala gestión kirchnerista y peronista.
Fuente: Derecha Diario