La Armada de Nueva Zelanda sufrió su primera pérdida de un barco en tiempos de paz desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el buque de apoyo multifuncional HMNZS Manawanui, valorado en 100 millones de dólares, encalló frente a la costa sur de la isla Upolu, Samoa.
El barco se incendió y finalmente se hundió, desencadenando un desastre ambiental en el proceso.
Con 75 pasajeros y miembros de la tripulación evacuados, la pérdida de la embarcación pone en tela de juicio el liderazgo de su oficial al mando, la comandante Yvonne Gray, quien es abiertamente lesbiana. Esto demuestra, una vez más, los peligros de la cultura “woke“, en donde ya no se eligen a personas por su capacidad, sino que se seleccionan por su “orientación sexual“.
El Manawanui, construido originalmente en Noruega y reutilizado por la Marina Real de Nueva Zelanda tras una enorme inversión de 103 millones de dólares, estaba llevando a cabo una misión de estudio del lecho marino cuando chocó contra un arrecife, según el medio de noticias marítimas gCaptain. A bordo no solo había marineros, sino también científicos civiles y personal extranjero.
Durante una arriesgada evacuación nocturna, la tripulación tuvo que abandonar el barco en condiciones peligrosas, con algunos ocupantes luchando por llegar a la orilla en aguas turbulentas. Tres miembros de la tripulación requirieron atención médica, uno por un hombro dislocado y otro por una lesión en la espalda.
Videos y fotos compartidos por medios locales muestran al Manawanui encallado y en llamas, con columnas de humo gris y denso elevándose por encima. A las 9 de la mañana, hora local, el barco volcó y se encontró “sumergido” tras hundirse bajo la superficie, según informó Reuters.
La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda declaró que la causa del encallamiento es actualmente desconocida y que se necesitará una investigación más profunda.
El barco se encontraba en su tercer despliegue en el Pacífico sudoccidental este año, con actividades programadas en las islas Kermadec, Samoa, Tokelau y Niue. Se esperaba su regreso a casa el 1 de noviembre. La tripulación incluía siete científicos civiles y cuatro extranjeros.
El incidente ocurrió el sábado por la noche y dio lugar a una compleja evacuación nocturna de los 75 miembros de la tripulación y los pasajeros en condiciones meteorológicas adversas.
Aunque los funcionarios neozelandeses elogiaron a la comandante del barco, Yvonne Gray, por su “rápida reacción“, algunos se cuestionan si se pudo haber evitado perder a uno de los cinco barcos operativos de la flota de la RNZN, que enfrenta problemas de financiación y sobrecarga de trabajo.
“Evacuar un barco por la noche es una tarea increíblemente compleja y desafiante“, comentó el comodoro Garin Golding, quien dirige el componente marítimo.
La mayoría del personal fue trasladado de las balsas salvavidas a los barcos de rescate. Sin embargo, una pequeña balsa volcó en un arrecife, obligando a sus ocupantes a nadar hasta la orilla. A pesar de las difíciles circunstancias, las lesiones fueron mínimas: dos personas fueron enviadas al hospital (una por una dislocación de hombro y otra por una lesión en la espalda), mientras que entre 12 y 15 personas más sufrieron cortes y raspaduras menores.
La comandante Gray, exprofesora de Yorkshire, Inglaterra, asumió el mando del buque el año pasado. Su nombramiento marcó otro “hito” en la “agenda de diversidad” de la Armada, aunque los críticos sostienen que tales prioridades pueden haber ignorado la preparación operativa esencial.
El comodoro Garin Golding elogió el liderazgo de Gray, destacando la complejidad de una evacuación nocturna, pero el incidente provocó debates sobre si este enfoque de “diversidad primero” comprometió los estándares de la Marina.
Yvonne Gray, nacida en Harrogate, se formó como profesora y alguna vez soñó con abrir su propio restaurante. Sin embargo, encontró su nicho perfecto como oficial naval, primero en la Marina Real y ahora en el Pacífico con la Marina Real de Nueva Zelanda (RNZN).
Ayer, la comandante Gray tomó el timón del buque de buceo, hidrográfico y de salvamento HMNZS Manawanui de la RNZN, con base en la base naval de Devonport en Auckland. Era su primer mando de barco en una carrera naval que comenzó en el Reino Unido en 1993 como oficial de guerra.
En 2012, la comandante Gray y su esposa Sharon se mudaron a Nueva Zelanda después de enamorarse del país durante unas vacaciones en autocaravana. “Lo más obvio era unirme a la Marina Real de Nueva Zelanda“, comentó.
Fuente: Derecha Diario