El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires elimina la cursada por año, y se va a pasar a un formato de acreditación por materias, en donde ya no se va a poder repetir de año.
El gobierno de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires ha aprobado una reforma en el sistema académico de la educación secundaria, que es la manera en que se estructura la enseñanza en las escuelas, a partir de sacar la repitencia en la escuela secundaria.
De esta manera, se elimina la cursada anual y se implementa un sistema de acreditación por materias que va a permitir que los estudiantes puedan pasar de año sin saber nada, como ya se había reglamentado de emergencia durante la pandemia de Covid, pero que de ahora en adelante será la regla.
Por lo tanto, los alumnos que desaprueben alguna materia, podrán pasar de año igual. Esto pone fin a la repetición en su modalidad tradicional, es decir, aquella que obliga al estudiante a repetir todo un año escolar por haber reprobado más de dos materias.
Nuevo sistema kirchnerista
Entre las materias que no se hayan aprobado durante un ciclo lectivo, habrá hasta cuatro que los estudiantes podrán llevar a un “período de intensificación”. Estos son cursos acelerados que se ofrecerán en diciembre y/o en febrero/marzo.
Si el alumno tiene más de cuatro materias pendientes, las demás deberán ser recursadas. Por ejemplo, si tiene seis materias reprobadas, cuatro pasarán a intensificación y dos deberán ser repetidas. Ahora bien, ¿cómo se repiten las materias que no fueron aprobadas? Este será el principal desafío que deberá enfrentar cada escuela.
Habrá estudiantes que, por ejemplo, estén cursando seis materias de un año y dos del año anterior. ¿Dónde deben estar en cada hora? La resolución, aprobada este jueves, establece varios modelos que cada dirección escolar deberá adoptar según sus circunstancias, con el aval de la Jefatura Distrital.
Por ejemplo, el estudiante que deba cursar una materia del año anterior podrá asistir en esa hora al curso de los estudiantes que tienen un año menos de edad. Otra posibilidad es que sigan en el mismo curso, y el profesor les brinde contenido específico a los estudiantes que han reprobado. Las escuelas que puedan, podrán abrir cursos a contraturno para los estudiantes que recursan.
Habrá un sistema de “correlativas”: el alumno no podrá cursar una materia que requiera una instancia previa de acreditación. Por ejemplo, no podrá cursar Matemática en segundo año si no ha aprobado Matemática en primero.
El nuevo formato, que comenzará en el ciclo lectivo 2025, es similar al que siguen los estudiantes universitarios. El objetivo final, según el gobierno bonaerense, es evitar que los alumnos con dificultades educativas se “desmotiven” y abandonen los estudios.
El nuevo esquema es similar, aunque con diferencias, al que había propuesto el director general de escuelas Alberto Sileoni en febrero del año pasado y que, debido a fuertes críticas, tuvo que ser retirado.
A diferencia de aquel proyecto de reforma, el nuevo formato ha sido consensuado por todos los miembros del Consejo General de Educación, incluyendo a los de la oposición.
Diego Martínez, consejero por el radicalismo, explicó que desde el oficialismo provincial se atendieron muchas de las propuestas realizadas por ellos. Por ejemplo, que las calificaciones (al finalizar los cuatrimestres) vuelvan a ser numéricas en lugar de conceptuales como se había adoptado durante la pandemia.
Las materias serán cuatrimestrales y, para aprobar, los alumnos deben obtener una calificación de 7 a 10 en cada cuatrimestre. Si no lo logran, deberán intensificar solo el cuatrimestre en el que no alcanzaron los objetivos. Con más de 4 obtendrán la acreditación de la materia.
La reforma aprobada se refiere únicamente al régimen académico. No hay cambios en lo pedagógico ni en los contenidos curriculares. Muchos expertos ya habían señalado anteriormente que, para lograr cambios significativos en la escuela secundaria -que está atravesando una profunda crisis-, lo más importante es incorporar nuevos saberes acordes a los cambios que se están produciendo en la sociedad, pero no mediante la reforma impulsada por Kicillof.
Fuentes vinculadas a la educación bonaerense indican que una de las cuestiones pendientes por resolver es qué hacer con el Plan Fines. Este es un formato alternativo de finalización de la secundaria, inaugurado durante el gobierno de Cristina Kirchner, que tiene menos exigencias en los tiempos de cursada y académicas, y al que acuden la mayoría de los alumnos que abandonan la escuela para obtener la acreditación.
Fuente: Derecha Diario