JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos, recientemente ajustó al alza su proyección de crecimiento económico para Argentina en el tercer trimestre de 2024, elevándola al 4% anualizado desde el 2% que había estimado anteriormente.
Esta corrección se produjo tras el repunte intermensual de la actividad económica de julio informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), y luego de caídas en los dos primeros trimestres por culpa del Massazo, donde la economía se contrajo un -8,4% y un -6,8% anualizado, respectivamente.
El banco estadounidense también mencionó que los datos oficiales de agosto y septiembre deberían confirmar que el mínimo de la actividad económica se alcanzó en el segundo trimestre, por lo que ahora se daría lugar a la recuperación.
“Prevemos que la actividad se estabilice en el tercer trimestre, después del drástico desplome observado en la primera mitad del año“, escribió el economista Diego Pereira. El repunte de julio fue clave para esta revisión, con un aumento mensual ajustado por estacionalidad del +1,7%, superando las expectativas y mostrando una mejora notable en comparación con el -0,3% de junio.
Analisis económico de JPMorgan. | La Derecha Diario
En este sentido, JPMorgan destacó que el crecimiento intermensual de julio fue generalizado, afectando a varios sectores, incluyendo la manufactura, la construcción, la minería y el comercio.
Excluyendo el sector agrícola, la actividad creció un +1,6% mensual en julio, lo que refuerza la idea del banco de que la recuperación ya no está confinada a un solo sector, sino que representa un fenómeno más amplio.
“De cara al futuro… considerando el comportamiento de las series desestacionalizadas y ajustadas al calendario en lo que va del año, preferimos mantener un enfoque conservador“, escribió Pereira, enfatizando que, aunque ahora anticipan un crecimiento del 4,0% en el segundo trimestre, la variación intertrimestral podría ajustarse nuevamente al alza.
Un aspecto que ilustra el repunte de julio es la comparación de la actual recesión con desaceleraciones económicas recientes. Hasta junio, la recesión actual seguía una trayectoria similar a la observada durante la abrupta pausa de 2018. Sin embargo, el rebote de julio acerca la contracción acumulada más a la recesión de 2015-2016, que fue más breve y menos profunda.
Fuente: Derecha Diario