El bloque de diputados del PRO se acopló al kirchnerismo y a la Unión Cívica Radical (UCR) para rechazar el aumento presupuestario a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) por orden expresa del ex presidente Mauricio Macri.
El ex presidente todavía muestra grandes señales de resentimiento por no haber podido colocar a uno de los suyos en el Ministerio de Infraestructura tras la salida de Guillermo Ferraro, acusado de filtrar conversaciones con la prensa.
El Gobierno en ese momento decidió que la cartera fuese absorbida por el Ministerio de Economía, a cargo de Luis “Toto” Caputo. El ex presidente quería manejar esta cartera porque hay concesiones estratégicas que la administración de Javier Milei tiene que asignar.
Es que el Ministerio de Infraestructura suele ser el apuntado de siempre para prestar favores a empresarios amigos del poder, quienes suelen devolver el favor con retornos o financiación de campañas electorales.
Hidrovía: la concesión que obsesiona a Mauricio Macri
La concesión que está poniendo nervioso a Mauricio Macri es la millonaria adjudicación de la hidrovía de los ríos Paraná y Paraguay. Un negocio estratégico que supone el control del segundo río de Sudamérica, el cual cuenta con una gran red de comercio legal y como así también ilegal debido a su uso por parte de las redes del narcotráfico en la región.
La intención de Javier Milei es conseguir la atención de diversas empresas internacionales de reconocido prestigio para romper así con la dependencia de empresas que se han hecho de la licitación gracias a su relación con el poder de turno.
Esta hidrovía ha sido gestionada por Jan de Nul y Emepa, propiedad de Gabriel Romero, quien confesó haber pagado coimas en la “causa cuadernos” al Ejecutivo kirchnerista para prorrogar el contrato en 2010.
Además, el Gobierno busca que el nuevo concesionario invierta unos 800 millones de dólares en nuevas obras de dragado y acondicionamiento. Actualmente, el mantenimiento de la hidrovía supone un monto anual de 300 millones de dólares y está hecho por la empresa belga Jan de Nul. Esta compañía consiguió el contrato gracias al Gobierno de Alberto Fernández, quien nacionalizó la hidrovía en el año 2021.
Mauricio Macri no solo está pendiente de la hidrovía. Es que el Gobierno de Milei tiene licitaciones pendientes en mejoras de infraestructura como, por ejemplo, el puerto de Buenos Aires, la terminal de ómnibus y de trenes de Retiro, diversos tendidos eléctricos y obras de potabilización, entre otros.
Fuente: Derecha Diario