Argentina dejará de importar gas natural desde Bolivia en los próximos meses, marcando el final de una era: es la culminación de un contrato firmado hace 18 años, en 2006, por el expresidente Néstor Kirchner y el exdictador Evo Morales, que entró en vigencia el 1 de enero de 2007.
Durante este período, el país destinó casi 20.000 millones de dólares a esas importaciones. Sin embargo, gracias a Vaca Muerta y a la finalización de dos obras estratégicas para el transporte de gas, esto quedará en el pasado. En concreto, la reversión del Gasoducto Norte avanza bajo el Gobierno de Javier Milei y está próxima a completarse, por etapas.
Actualmente, el gasoducto trae combustible desde Bolivia, pero con la reversión de su flujo, podrá llevar el gas argentino a siete provincias del norte, además de convertirse en una vía para las exportaciones a Brasil. Las empresas Techint (Paolo Rocca) y Sacde (Damián y Marcelo Mindlin) han completado recientemente la construcción de 100 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal, que conectará las localidades de Tío Pujio y La Carlota, en Córdoba, y que entregarán a la empresa pública Energía Argentina (Enarsa).
Es la única gran obra que sigue en marcha, complementada con otro tramo de 22 kilómetros y trabajos adicionales, llevados a cabo por la constructora BTU, y 4 plantas compresoras en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, a cargo de Esuco. Una parte de la reversión del Gasoducto Norte deberá estar lista en la segunda quincena de septiembre, mientras que las plantas podrían demorarse hasta marzo o julio de 2025.
Reversión del Gasoducto Norte: cómo se financió la obra
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) aportó financiamiento por 540 millones de dólares, de los cuales ya desembolsó 417.417.675 dólares (el 77%). El resto será financiado con fondos públicos. Con todo, la capacidad de transporte de gas natural desde el Centro del país hacia el Norte aumentará a 19 millones de metros cúbicos diarios. La octava adenda al contrato de importaciones de Enarsa con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) finalizó el 31 de julio de este año. Con la novena adenda, se extendió la provisión por hasta 4 millones de metros cúbicos diarios, mientras se completa la reversión. Después de esto, el contrato terminará.
Gasoducto Norte: por qué Argentina dejará de importar y pasará a exportar gas
La producción de gas en Bolivia está disminuyendo rápidamente mientras que la de Argentina está en aumento, por lo que ya no se necesita ese gas. Esto es posible también gracias a la finalización del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) bajo el gobierno de Milei, en el que participaron las mismas constructoras y que, aún estando incompleto, había sido inaugurado por el régimen kirchnerista de Alberto Fernández.
El ducto transporta desde Vaca Muerta unos 11 millones de metros cúbicos diarios, y a partir de este mes, con la finalización de la planta compresora (PC) Tratayén en Neuquén, tiene una capacidad operativa de 16 millones de metros cúbicos diarios, aunque algunos días llega incluso a 18 millones de metros cúbicos diarios. Esto permite sustituir importaciones de combustibles líquidos y de Gas Natural Licuado (GNL) por un valor superior a 2.500 millones de dólares anuales.
Entre septiembre y octubre, además, se completará la PC Salliqueló, en el otro extremo del GPNK, y se ampliará la capacidad en otros 5 millones de metros cúbicos diarios. Y está prevista para finales de año la PC Mercedes, que servirá para transferir gas entre los sistemas de Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Transportadora de Gas del Norte (TGN), lo que reforzará la confiabilidad del suministro en el Gran Buenos Aires (GBA) y sus alrededores.
De esta manera, Argentina alcanzó a principios de 2024 el equilibrio en la balanza comercial energética, después de un 2022 con un déficit de 4.400 millones de dólares, y este año logrará un superávit de 5.000 millones de dólares, en un camino en el que no volverá a tener resultados negativos, siempre y cuando siga creciendo la producción en Vaca Muerta y se desarrollen las obras asociadas. Con estas obras, Argentina puede exportar gas a Brasil.
Fuente: Derecha Diario