Este jueves, los servicios ferroviarios urbanos experimentaron demoras y cancelaciones debido al “trabajo a reglamento” impulsado por el sindicato La Fraternidad.
Esta medida consistió en reducir la velocidad de los trenes a no más de 30 kilómetros por hora. Esto generó retrasos en las partidas y, eventualmente, cancelaciones cuando los horarios se superpusieron en horas pico, a la vuelta del trabajo.
Gremio «La Fraternidad» | La Derecha Diario
El reclamo del gremio
El sindicato, encabezado por Omar Maturano, justificó la medida por lo que consideran una «emergencia ferroviaria». Pidieron la implementación de mayores medidas de seguridad y una actualización integral de los sistemas ferroviarios.
También reclaman la actualización de los sistemas de comunicación y señales.
Respuesta del gobierno
Desde el Gobierno nacional, las acciones del gremio fueron calificadas de extorsivas. Fuentes gubernamentales indicaron que el verdadero objetivo de La Fraternidad sería lograr un aumento salarial superior al acordado con otros sindicatos del sector ferroviario.
El gobierno también destacó que, si bien se reconoce la situación de emergencia en el sistema ferroviario, la responsabilidad por el estado actual de las vías recae sobre gestiones anteriores.
Se señaló que durante el gobierno de Alberto Fernández, el gremio tuvo a su propio representante en el cargo de subsecretario de transporte ferroviario. Aun así, eso no impidió que la situación se deteriorara.
La extorsión sindical
El Gobierno expresó que no cederá ante una extorsión sindical. Señalaron que, en contraste con el 80% del sector ferroviario que ya firmó una paritaria con un aumento del 3,5% entre noviembre y diciembre, La Fraternidad continúa presionando.
Según las autoridades, la medida de reducir la velocidad de los trenes afecta directamente a los pasajeros, quienes se ven perjudicados por las interrupciones.
Fuente: Derecha Diario