La empresa estadounidense Shake Shack cerró seis locales con bajo rendimiento en California, siendo la última cadena de comida rápida en tomar esta decisión después de la implementación del aumento a 20 dólares del salario mínimo en el estado demócrata.
La cadena de hamburguesas, que en total clausurará nueve sucursales de Shake Shack, informó que esta medida es el resultado de una evaluación periódica de su portafolio de unidades operadas por la empresa, según una presentación realizada ante la Comisión de Bolsa y Valores el martes. El documento indica que «no se espera que estas ubicaciones generen rendimientos aceptables en un futuro cercano«.
Shake Shack: qué locales fueron afectados por la suba del salario mínimo
Cinco de los locales afectados están ubicados en el área de Los Ángeles y otro en Oakland, lo que reduce el número total de establecimientos en California a 37, estado donde el salario mínimo para trabajadores de comida rápida se elevó a 20 dólares por hora el 1 de abril.
La compañía explicó que su decisión también está «parcialmente influenciada por cambios en el área comercial«, según la misma presentación. Shake Shack señaló que espera cerrar todas estas sucursales para el 25 de septiembre.
Los empleados de los restaurantes afectados tendrán la opción de ser reubicados en otras sucursales de Shake Shack. Si deciden no trasladarse, tendrán derecho a 60 días de pago como compensación.
La cadena, que cuenta con 330 locales en Estados Unidos y más de 180 en el extranjero, mencionó que estos cierres buscan maximizar el crecimiento y no afectarán sus planes de abrir nuevas tiendas en esas áreas en el futuro, según la presentación.
Aumento del salario mínimo: el impacto en precios
El aumento del salario mínimo a 20 dólares en California ha obligado a varias cadenas importantes, como McDonald’s, Burger King e incluso la popular In-N-Out Burger, a incrementar los precios para equilibrar los costos más altos.
Muchas de estas cadenas también han reducido las horas de trabajo de sus empleados y han acelerado la automatización de su producción. Rubio’s California Grill cerró 48 de sus casi 134 sucursales a finales de mayo, citando el «creciente costo de hacer negocios» en el Estado como la razón de los cierres, y se declaró en quiebra en junio.
A principios de este mes, el recién nombrado CEO Rob Lynch declaró que no quería que Shake Shack fuera vista como una opción solo para los consumidores con mayores ingresos. En su lugar, Lynch expresó su deseo de que la marca se convierta en «un referente de los viernes por la noche para las familias«.
Lynch, quien asumió el cargo en mayo tras su experiencia en Papa John’s, Arby’s y Taco Bell, argumentó que la compañía necesita más locales con autoservicio para cambiar su imagen de restaurante urbano de acceso casual.
Shake Shack tiene una capitalización de mercado de 4,45 mil millones de dólares y las acciones de la cadena han subido un 43% en lo que va del año.
Fuente: Derecha Diario