Este miércoles, la Cámara de Diputados de la Nación rechazó el DNU 656/24 de Javier Milei, que aumentaba en $100.000 millones de pesos los fondos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), dándole un fuerte golpe al Sistema de Inteligencia que queda extremadamente desfinanciado.
La SIDE, cuyo rol se enfoca en proteger al país de amenazas internas y externas a través de la recaudación de información, fue heredada por el presidente Milei con un presupuesto históricamente bajo, tan solo 38 millones de dólares para operar en todo el 2024.
El promedio histórico de presupuesto de las agencias de inteligencia fue del orden de los 150 millones de dólares, por lo que para poder seguir operando, el gobierno libertario decidió sacar un decreto de necesidad y urgencia para elevar el actual presupuesto en 100 millones de dólares y ponerlo a tiro a los valores históricos.
Sin embargo, el PRO y algunos radicales se unieron al kirchnerismo para votar en contra de este DNU en el recinto del Congreso, tirando abajo el aumento. Aunque todavía falta la votación en el Senado, y todo lo gastado hasta ahora no deberá ser devuelto, la SIDE enfrentará serios problemas para financiarse hasta fin de año si esta movida prospera.
La responsabilidad de Mauricio Macri
Este ataque al presupuesto de inteligencia tiene un artífice: Mauricio Macri. El expresidente, acostumbrado a espiar a sus opositores con las agencias de inteligencia, temía que lo espíen a él, y desencadenó toda una movida para transar con Cristina Kirchner y Martín Lousteau y derribar el presupuesto.
Sumando los votos de Unión por la Patria, ordenados por Cristina, algunos radicales de Lousteau, y la mayoría de los diputados del PRO, la votación salió con un histórico 156 votos positivos contra tan solo 52.
Macri traicionó a su base electoral y priorizó jugarle en contra a Milei sentándose en una mesa de negociación con el cristinismo, que también se tapó la nariz para juntarse con su máximo enemigo.
El líder del PRO convocó a sus diputados y a sus aliados radicales a un Zoom este martes para encomendarles que se abstuvieran o que votaran en contra del DNU.
En esa reunión, mientras que los diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli proponían la abstención, Macri y los gobernadores de Juntos por el Cambio se montaron directamente al rechazo rotundo.
El resultado pudo verse en recinto, con las abstenciones de Silvana Giudici y Fernando Iglesias y el voto a favor de la derogación del DNU que emitieron legisladores como Álvaro González, Silvia Lospennato o Alejandro Finocchiaro.
Minutos después de la sesión, el PRO emitió un comunicado de prensa por redes sociales aclarando su posición, bajo el título “Esto no es el cambio“.
“En un contexto en el que ‘no hay plata’, y sin aclarar el uso de los fondos, no es el cambio“, expresó el partido de manera incorrecta, ya que todos los fondos reservados son revisados por la Comisión Bicameral de Inteligencia.
De hecho, Macri ya había transado con el kirchnerismo el lunes para colocar a Martín Lousteau al frente de la Bicameral de Inteligencia. Milei quería coronar a Edgardo Kueider al frente de dicha comisión, mientras que Victoria Villarruel impulsaba a Enrique Goerling. Los dos perdieron la pulseada y ganó Macri.
Fuente: Derecha Diario