Los detenidos por los disturbios ocurridos durante la votación de la Ley Bases en el Senado serán trasladados a Comodoro Py. Se ha solicitado la prisión preventiva para ellos. Las autoridades están revisando las filmaciones para identificar a otros posibles sospechosos involucrados en los incidentes.
La causa por los destrozos durante el debate de la Ley Bases en el Senado, ocurridos en las afueras del Congreso, ha comenzado a avanzar. Los 33 detenidos quedaron bajo la jurisdicción de la jueza federal María Servini, quien iniciará las indagatorias en las próximas horas. El fiscal Carlos Stornelli los acusó de graves delitos contra el orden público, sedición y acciones terroristas, solicitando sus prisiones preventivas.
Inicialmente, el Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, había anunciado su intención de presentarse como querellante en el caso. Sin embargo, posteriormente decidieron retractarse de esta decisión. Según fuentes, “Dado el requerimiento de Stornelli, no hace falta convertirnos en querellante“.
La causa involucra a más de 30 detenidos, con aproximadamente una veintena de personas bajo la jurisdicción de la justicia porteña desde ayer miércoles, y una decena bajo la justicia federal. Además, un par de detenidos por robos fueron puestos bajo la órbita de la justicia de instrucción ordinaria. Hoy, los otros fueros decidieron remitir sus casos a la jueza Servini, quien centralizará todo el expediente en Comodoro Py 2002.
Según la justicia porteña al remitir el expediente, “Esta es la respuesta más razonable tanto desde la perspectiva de la correcta administración de justicia, como de la preservación de los derechos y garantías de las personas que podrían resultar acusadas, ya que proceder de forma contraria, implicaría duplicar los procesos, y posibilitar el dictado de pronunciamientos contradictorios respecto de un mismo contexto fáctico, además de poder dilatar cuestiones que resultan de urgente tratamiento y resolución”.
En base a esto, el fiscal Stornelli ha determinado que el caso investiga acciones y conductas que en algunos casos podrían haber sido organizadas, dirigidas a incitar a la violencia colectiva contra las instituciones, imponer ideas por la fuerza o el temor, y generar un temor público que conduzca a tumultos o desórdenes. Además, se sospecha de un posible alzamiento contra el orden constitucional y la vía democrática, con el objetivo de perturbar o impedir temporalmente el ejercicio libre de las facultades constitucionales de los representantes del Senado que estaban en sesión.
Estas acciones, según el fiscal, involucraron el ejercicio de violencia que se manifestó en diversos atentados contra la autoridad, agresiones al personal de seguridad, daños simples y agravados, incendios, estragos dolosos y en algunos casos, posesión y uso de material explosivo o incendiario.
Los delitos imputados incluyen una amplia gama de acusaciones graves según se informó, como lesiones, daños simples y agravados, incendio o estrago, intimidación pública, incitación a la violencia colectiva contra las instituciones, pertenencia a agrupaciones con objetivos coercitivos, atentado contra los poderes políticos y el orden constitucional, atentado contra la autoridad agravada, resistencia a la autoridad y perturbación del orden en sesiones legislativas, y acciones terroristas.
El Ministerio de Seguridad de la Nación reportó en un comunicado que como resultado de estos eventos, ocho efectivos de la Policía Federal y cuatro de la Gendarmería Nacional resultaron heridos. Además, se registraron daños significativos que incluyen un automóvil incendiado intencionalmente, la totalidad de las bicicletas del Gobierno de la Ciudad destinadas al uso público y varios contenedores, entre otros objetos. Actualmente hay 33 personas detenidas, con la expectativa de más arrestos a medida que se identifiquen más involucrados.
El Ministerio Público también adelantó que buscará recuperar los costos del operativo, los cuales aún están siendo determinados y abarcarán tanto los gastos de la operación como los costos de tratamiento médico para los efectivos heridos y la reposición del material dañado. Según el Gobierno porteño, solo la reposición del mobiliario urbano afectado podría ascender a casi 100 millones de pesos.
Fuente: Derecha Diario