Las obras de infraestructura las terminarán los gobernadores, con dinero de los habitantes de cada provincia, terminando con la nacionalización de la obra pública.
El flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió este lunes a los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy), para firmar la cesión de 80 obras públicas que el gobierno kirchnerista dejó a medio hacer y que Javier Milei considera que deberían ser terminadas por las provincias.
En el acuerdo, se pasarán algunas obras a la órbita provincial, otras a los municipios y por último, un porcentaje, menor, serán terminadas por el Gobierno Nacional debido a su máximo urgencia, o carácter federal de las mismas, como rutas que conectan dos provincias.
Esto va en línea con las propuestas de campaña de Milei, quien cree que el Estado Nacional no debe hacerse cargo de obras públicas que competen a las provincias. Según informó la Jefatura de Gabinete, en el encuentro de este lunes los mandatarios y el Gobierno firmaron el acuerdo por el traspaso.
El Gobierno ya definió un borrador con distintas obras de infraestructura que le pasará a las jurisdicciones para que éstas las finalicen y otras se terminarán con fondos nacionales. El plan fue esquematizado en conjunto por Guillermo Francos y el ministro de Economía, Toto Caputo, pero se negociará proyecto por proyecto.
Francos tendrá encuentros mano a mano con cada gobernador en las próximas semanas. El Gobierno Nacional quiere optimizar recursos y destrabar cada conflicto de la forma más eficiente posible. En la mayoría de los distritos hay proyectos casi terminados que pueden ser costeados por las administraciones locales.
Algunos mandatarios prefieren avanzar cuanto antes para evitar elefantes blancos, como se le dice a las grandes obras de infraestructura que requieren millones y, aunque parecen buena idea en papeles, terminan fundiendo a los gobiernos que se comprometen con la construcción.
Un ejemplo concreto de traspaso de obra es la autopista Presidente Perón que cruza varios distritos del conurbano de Buenos Aires. La preocupación por el estado de rutas nacionales y posibles accidentes de tránsito es transversal a muchos gobernadores.
Fuente: Derecha Diario