Así lo revelaron nuevamente las estimaciones de Ecoviews en base a una amplia muestra de productos en supermercados del Gran Buenos Aires. La segunda, tercera y cuarta semana de junio registraron 0% de aumentos, algo que no ocurría desde hace 30 años.
Un reciente informe de la consultora Econviews reveló que la tasa de inflación semanal en productos de consumo masivo cerró la tercera semana de junio marcando una caída del 0,1%, es decir, deflación.
Por otra parte, durante la segunda y tercera semana no se registraron aumentos, estableciendo una estabilidad de precios que desde hace décadas no se veía en Argentina.
Este informe es un relevamiento confeccionado en base a una canasta de productos que incluyen alimentos de primera necesidad, artículos de perfumería y limpieza, en sucursales ubicadas en el Gran Buenos Aires.
Esta variación permite trazar una suerte de adelanto para lo que más tarde dará a conocer el INDEC bajo el rótulo de “inflación núcleo”, que comprende a todos aquellos productos que no sufren de mayores tendencias estacionales, y tampoco se caracterizan por estar regulados por alguna norma (como por ejemplo las tarifas de los servicios públicos).
Este logro marca un punto crucial en la lucha contra la inflación, un problema persistente en la economía argentina desde la década de los ’90 hasta la actualidad, que ningún gobierno logró resolver completamente.
Según el informe detallado, la subida de precios en alimentos, perfumería y limpieza durante la primera semana de junio fue del 0,6%, mientras que en la segunda semana fue del 0,0%, la tercera fue del 0,1%, y la cuarta semana registró una deflación del 0,1%.
En las últimas tres semanas, la inflación fue del 0%. Por su parte, la primera semana registró un aumento de solo el 0,6%, lo que indica que la inflación de junio presenta excelentes indicadores.
Esto refleja positivamente la efectividad de las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei, evidenciando una notable reducción inflacionaria desde su asunción.
La diferencia entre la tasa de inflación efectiva y la tasa de inflación esperada para los próximos 12 meses adquirió la proporción más alta de los últimos años. El INDEC midió que la inflación interanual descendió al 276,2% en mayo, después de haber alcanzado un pico de hasta el 289,4% en el período precedente.
Asimismo, desde la asunción del Gobierno de Javier Milei, la expectativa de inflación para los próximos 12 meses descendieron del 213% en diciembre de 2023 a 68,9% según la medición de mayo de este año (con vista a 2025). Esta fue la caída de expectativas inflacionarias más drástica que se haya registrado desde la elaboración del informe REM del BCRA.
Para consolidar esta tendencia, el Gobierno estableció dos anclas principales: el tipo de cambio, y el superávit fiscal del Tesoro. De esta manera se apunta a estabilizar las dos unidades de cuenta de la economía bimonetaria argentina: el peso y el dólar.
Fuente: Derecha Diario