El Gobierno de Córdoba impuso la conciliación obligatoria al Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) que había organizado masivas movilizaciones organizadas en Córdoba.
La medida establece un cese inmediato de todas las protestas por un periodo de tres semanas. Esta decisión busca frenar las manifestaciones que han sacudido el centro de Córdoba en las últimas semanas. Los ciudadanos pueden volver a circular con tranquilidad, pero con dudas sobre lo que ocurrirá luego de estas semanas sin protestas.
El largo conflicto entre la administración del intendente Daniel Passerini y el gremio se ve paralizado. La medida, que impide protestas gremiales y también decisiones laborales del municipio, regirá desde el lunes próximo, por 15 días hábiles. Es decir, que hasta mediados de diciembre la atención será normal en la Municipalidad de Córdoba.
Secretaria de Trabajo de Córdoba | La Derecha Diario
Tres semanas de calma forzada
El gremio, liderado por Rubén Daniele, deberá acatar la orden bajo la amenaza de sanciones legales. Las autoridades justificaron la conciliación para garantizar la paz social y evitar mayores trastornos en la ciudad. Por su parte, desde el sindicato han criticado la medida como un intento de silenciar sus legítimos reclamos.
Tensiones en aumento
El SUOEM lleva meses reclamando mejoras salariales y mejores condiciones laborales. Las protestas, que incluyeron paros y movilizaciones, han generado serios problemas en la circulación del centro. La decisión del Ministerio de Trabajo llega en un momento de alta tensión entre el gobierno municipal y los trabajadores.
El futuro de la negociación
Con la conciliación en marcha, se espera una mesa de diálogo entre las partes para encontrar una solución al conflicto. Los trabajadores municipales han manifestado que mantendrán sus demandas, pero dentro del marco legal.
En tres semanas, el SUOEM tendrá la posibilidad de retomar las protestas si no hay avances concretos.
El Gobierno confía en que este periodo de negociaciones evitará nuevos episodios de caos en la ciudad. Sin embargo, el sindicato ha dejado claro que no bajará los brazos hasta obtener respuestas satisfactorias.
La confrontación, por ahora, queda en pausa, pero la incertidumbre sobre el desenlace sigue vigente.
Fuente: Derecha Diario
