El Gobierno de Javier Milei continúa avanzando con su plan de reestructuración del Estado, ahora con el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa).
Esta medida, enmarcada dentro del esfuerzo de la administración de Milei para reducir la burocracia estatal y aumentar la transparencia en la gestión pública, fue confirmada por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
El ministro denunció que el Enohsa, que operaba bajo la órbita de la Secretaría de Obras Públicas, se había transformado en una “caja” de la política y un “antro de corrupción“, con funciones duplicadas respecto a la Subsecretaría de Recursos Hídricos (SSRH).
El Enohsa fue creado en 1995, durante el gobierno de Carlos Menem, con el objetivo de planificar, ejecutar y administrar obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país.
Sin embargo, el ente se desvió de sus objetivos originales y comenzó a operar como un instrumento de la política, gestionando una cantidad desproporcionada de proyectos en comparación con la SSRH y con un menor control administrativo.
De acuerdo con información adicional proporcionada por el Ejecutivo, el Enohsa operaba como un ente descentralizado, lo que significa que no estaba sujeto al mismo control de gasto que la Administración Central.
Esto lo colocaba en una situación similar a otros entes como los fondos fiduciarios y las universidades, los cuales también suelen manejar presupuestos con menor transparencia. Esta descentralización facilitaba la discrecionalidad en el uso de los recursos públicos y contribuía a crear una nueva “caja negra” de la política.
Los números reflejan la magnitud del despilfarro
A finales de 2023, la Subsecretaría de Recursos Hídricos tenía en cartera 184 obras de infraestructura, de las cuales actualmente solo 29 están priorizadas. En contraste, el Enohsa contaba con 1.485 proyectos en ejecución, aunque de estos solo 122 son ahora prioritarios.
Además, mientras la SSRH tiene alrededor de 145 empleados, el Enohsa comenzó la gestión de Milei con 358 trabajadores, número que se redujo a 234, reflejando una estructura significativamente más grande para funciones que podían realizarse desde un organismo ya existente.
Este cierre llega pocos días después de que el Gobierno de Milei anunciara la disolución de otras entidades, como la Casa de la Moneda y Valores Sudamericana, más conocida como la ex Ciccone.
Manuel Adorni, vocero presidencial, explicó que la Casa de la Moneda era una imprenta estatal con varias ineficiencias y que su eliminación forma parte de una serie de medidas destinadas a mejorar el uso de los recursos públicos.
El Gobierno está convencido de que la reducción de la cantidad de organismos estatales ineficientes no solo permitirá un ahorro significativo, sino que también reducirá el margen para la corrupción.
Luis Caputo señaló que la centralización de obras en organismos como el Enohsa hacía más difícil su auditoría, y que la decisión de concentrar las obras de infraestructura hídrica y sanitaria en la Subsecretaría de Recursos Hídricos es un paso hacia la desburocratización y una mayor transparencia.
El Enohsa “fue creado para gestionar uno o dos proyectos“, pero con el tiempo se convirtió en una maquinaria ineficiente para manejar una enorme cantidad de dinero y proyectos que debieron haber estado bajo un control más estricto.
Se espera que el cierre de Enohsa sea seguido por la disolución de al menos otras cuatro o cinco empresas estatales, en un intento de reducir los gastos del Estado y mejorar la eficiencia administrativa.
La reducción del tamaño del aparato estatal y la eliminación de entes que favorecen prácticas corruptas fueron una de las promesas clave de la actual administración, y estas medidas buscan cumplir con ese objetivo.
Fuente: Derecha Diario