El Gobierno de Javier Milei confirmó este jueves el cierre definitivo de la Compañía de Valores Sudamericana, más conocida como la ex Ciccone Calcográfica, y adelantó una reestructuración en la Casa de Moneda.
Esta última fue descrita como “una imprenta estatal con severas ineficiencias” que se encarga de la impresión de billetes, pasaportes, patentes y estampillas. La noticia fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante una conferencia de prensa.
Adorni explicó que el cierre de la ex Ciccone responde a la intención de disolver la empresa, asociada a uno de los casos de corrupción más grandes de las últimas décadas. La empresa había sido adquirida por el ex vicepresidente Amado Boudou y contaba con la capacidad de imprimir moneda y documentación oficial.
Boudou fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión en 2018 por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, además de ser inhabilitado de por vida para ocupar cargos públicos.
Reestructuración de la Casa de Moneda: fin del “despilfarro”
En cuanto a la Casa de Moneda, Adorni señaló que el gobierno de Javier Milei considera que la institución ha sido un centro de “absoluto despilfarro” de recursos públicos. El vocero detalló que las deudas actuales ascienden a 371 millones de dólares, con un patrimonio negativo de 78 millones de dólares y un resultado bruto también negativo de 20,5 millones de dólares.
Además, Adorni criticó la decisión del kirchnerismo de no emitir billetes de mayor denominación desde 2020, lo que obligó al país a gastar 4.700 millones de dólares en la importación de billetes. “Se gastaron miles de millones en importar lo que la Casa de Moneda debería haber producido”, señaló.
Denuncias por sobrecostos y contrataciones
El vocero también destacó que, debido a la incapacidad de la Casa de Moneda para producir suficientes billetes de mil pesos, el gobierno anterior gastó enormes sumas de dinero en importar papel moneda. Adorni calificó esta situación como “un delirio” que refleja la gestión de Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Manuel Adorni, vocero presidencial | La Derecha Diario
A esto se suman otros gastos relacionados con la incorporación de 211 nuevos empleados, llevando el total de la plantilla a más de 1.300 personas, así como la financiación de cuatro inmuebles, incluyendo un jardín de infantes llamado “La Monedita”. Según Adorni, el jardín tenía un costo promedio de 1.200.000 pesos mensuales por cada niño, con una plantilla de 31 empleados para 60 niños.
El vocero también denunció un servicio médico dentro de la Casa de Moneda que, a pesar de haber crecido en empleados, tenía un costo anual de 370.000 dólares.
Reestructuración como medida contra la inflación
Adorni concluyó afirmando que, en una Argentina que ya no utiliza la impresión de billetes para financiar la política, “mantener esta estructura es un despilfarro”. Además, señaló que la reestructuración de la Casa de Moneda representa “el último clavo en el ataúd de la inflación”.
Fuente: Derecha Diario