La vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, señaló el martes pasado en su conferencia de prensa habitual que en Argentina se observan signos de una recuperación en la actividad económica y los salarios.
Estas declaraciones se dieron luego de que se conocieran los alarmantes datos sobre el aumento de la pobreza e indigencia durante el primer semestre del año, que dejan en evidencia la magnitud de la crisis económica heredada del kirchnerismo. “Reflejan la frágil situación social“, afirmó Kozack en referencia a las estadísticas publicadas por el INDEC la semana pasada.
El Gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, como consecuencia directa de sus malas políticas económicas, dejó pobreza alcanzó el 52,9% en el primer semestre del año, afectando a 24,9 millones de personas en todo el país.
Esto representa un incremento de 11,2 puntos porcentuales en comparación con el cierre de 2023, cuando el índice se situaba en 41,7%, y un aumento de 12,8 puntos respecto al mismo período del año pasado, cuando el nivel de pobreza era del 40,1%.
Los datos oficiales también evidencian un agravamiento de la indigencia, ya que el 18,1% de la población no pudo cubrir sus necesidades alimentarias básicas, lo que afecta a 8,5 millones de personas. Este porcentaje muestra una fuerte subida en relación con los últimos indicadores: seis meses atrás la indigencia era del 12% y hace un año era del 9,3%.
El gobierno kirchnerista dejó al país al borde de una hiperinflación que hubiera llevado el nivel de pobreza al 90% y la indigencia al 50%. De no ser por el plan de estabilización del presidente Javier Milei, que incluye el ajuste del gasto público, la no emisión monetaria y la eliminación del déficit fiscal, la situación actual sería mucho peor.
Kozack destacó que la implementación del programa de Milei resultó en una gran reducción de la inflación y el déficit fiscal. “Hay señales de una recuperación en la actividad y los salarios reales, pero aún queda mucho por hacer“, agregó.
Al ser consultada sobre el deterioro de los indicadores sociales, Kozack indicó que el FMI siempre reconoció “la delicada situación social, algo que, evidentemente, confirman los recientes datos de pobreza“.
“Enfrentar estas altas tasas de pobreza y asegurar que el crecimiento sea más inclusivo sigue siendo una prioridad para las autoridades, quienes continúan adoptando medidas para proteger a los más vulnerables. En particular, se han ampliado los programas de asistencia social bien orientados, que benefician a mujeres y niños en situación de pobreza”, añadió.
La vocera del FMI también sostuvo que una mayor mejora en los salarios y la actividad económica podría lograrse si el gobierno sigue impulsando medidas para reducir la inflación y lleva a cabo reformas que estimulen el empleo y la inversión. “Nuestro equipo sigue comprometido de manera muy activa en esta importante tarea“, aseguró.
Kozack evitó brindar detalles sobre las actuales negociaciones con el gobierno argentino, así como sobre la posibilidad de unificar las últimas revisiones del programa vigente por USD 45.000 millones, tal como había mencionado semanas atrás el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
Caputo había expresado que el país podría adelantar la última revisión programada para noviembre, lo que permitiría el desembolso de USD 1.100 millones y abriría la puerta para negociar un nuevo acuerdo.
“En cuanto a las preguntas sobre las reservas y los objetivos relacionados, lo que puedo decir es que el equipo está comenzando a evaluar el cumplimiento de las metas fijadas para fines de septiembre, tanto en el ámbito fiscal como en el de las reservas. Este trabajo técnico sigue en curso, por lo que sería prematuro hacer más comentarios al respecto“, concluyó Kozack.
Fuente: Derecha Diario