Anoche, Cristina Kirchner solicitó al senador José Mayans invitar a Axel Kicillof al acto de su asunción como presidenta del Partido Justicialista (PJ). Sin embargo, el gobernador bonaerense rechazó la convocatoria, argumentando compromisos previos.
Desde La Plata, destacaron que la decisión se basó en una “agenda de gestión planificada hace semanas” que no podía modificarse, aunque la ausencia reavivó rumores de un distanciamiento con el kirchnerismo y una posible ruptura dentro del peronismo.
Escalada de tensiones en el espacio peronista
La relación entre Kicillof y el kirchnerismo parece haber llegado a un punto crítico. Fuentes cercanas al gobernador calificaron el reciente acto en Moreno, promovido por el cristinismo, como una “foto vacía de contenido” que no abordó cuestiones clave.
Por su parte, desde el círculo de Cristina Kirchner, se percibe la actitud de Kicillof como un acto de rebeldía y desmarque político, lo que alimenta un clima de confrontación. Un funcionario bonaerense admitió a Infobae que la situación es “peor de lo esperado” y describió el escenario como una posible antesala de ruptura o, al menos, un alejamiento claro en la lucha por el liderazgo del espacio.
Un acto con ausencias significativas
El evento de la UMET, programado para esta tarde, tendrá como protagonista central a Cristina Kirchner, quien será la única oradora. Aunque contará con la presencia de gobernadores como Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa), la ausencia de Kicillof y otros referentes, como los mandatarios de Catamarca, Tucumán y La Rioja, refleja un quiebre en la dinámica interna del PJ.
Kicillof y Cristina | La Derecha Diario
Apoyos y divisiones
En contraste con el gesto de Kicillof, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, reafirmó su apoyo a la conducción de Cristina Kirchner en una carta pública, destacando:
“Con Cristina Kirchner al frente del PJ, trabajaremos para construir un proyecto que priorice a trabajadores, productores, estudiantes y jubilados”.
El futuro del liderazgo kirchnerista
La decisión de Kicillof de no participar del acto es vista como un puñal político para el liderazgo de la expresidente, que atraviesa un proceso de redefinición interna en el peronismo.
Si bien la magnitud de la confrontación y sus implicancias a largo plazo son inciertas, el distanciamiento entre el gobernador bonaerense y Cristina Kirchner simboliza una grieta cada vez más profunda en el espacio kirchnerista.
La pregunta ahora es hasta dónde llegará esta confrontación y cómo impactará en la estrategia del peronismo de cara a los desafíos políticos y electorales que se avecinan.
Fuente: Derecha Diario