Alfredo Cornejo fue nuevamente elegido por su pueblo luego de dejar pasar un mandato porque la provincia de Mendoza, a diferencia de Santiago del Estero y Formosa, no tiene reelección.
Soportó las negligencias por las malas políticas que impuso Alberto Fernández con la cuarentena eterna en pandemia y evitó un desastre mayor en el sector turístico al abrir las restricciones y permitir la circulación. Logró instalar políticas eficientes para la administración pública, evitando los daños que ocasionan los paros.
Entrevista exclusiva con Alfredo Cornejo | La Derecha Diario | Javier Negre
Apoya activamente la participación del sector privado en los asuntos que eran exclusivos del Estado y dice que cuando haya más competencia en vuelos, los paros de Aerolíneas Argentinas serán irrelevantes. Sostiene que el cambio que ha puesto en marcha el presidente Javier Milei va a transformar a la Argentina, posicionándola en lo más alto gracias a la afluencia de inversiones extranjeras.
Cree que el peronismo debe darle la baja a su líder Cristina Kirchner e insta a los argentinos a ser los primeros en invertir en su país y “sacar los dólares del colchón”.
Javier Negre, director de EDA TV y de La Derecha Diario, tuvo la oportunidad de visitar al gobernador de Mendoza en su residencia y conversar sobre cómo Mendoza está a la cabeza en materia de políticas que ubican al sector turístico en un lugar de privilegio para la actividad económica de todo el país.
La entrevista completa de Javier Negre a Alfredo Cornejo
JN: Esta semana vino el presidente de la nación Argentina, Javier Milei, y dijo: “Me gusta cuando hay gobernadores que anteponen el proyecto de país, con independencia de las siglas, en un momento donde la polarización, la grieta, es máxima”. Hay gobernadores que aprobaron el Pacto de Mayo, otros que no han querido y eso ha sido un ataque a las inversiones.
¿Cree que ese entendimiento va a ser positivo para distintas provincias y hay oportunidades de convencer a esos gobernadores que se han quedado sin querer entrar? ¿Estáis trabajando en ello?
AC: Lo estamos intentando desde nuestro sistema federal, donde los gobernadores tienen un peso político, pero no tienen herramientas económicas tan fuertes. El tipo de cambio, los aranceles externos, la circulación de la moneda, todo eso depende de la Nación. Y la verdad es que las provincias más productivas de Argentina, como son todas las del centro, donde están Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, necesitan que la economía esté estabilizada y no el “mamarracho” que ha sido en los últimos años, con regulaciones e intervenciones estatales “bobas, absurdas”.
Necesitamos una economía abierta y esa estabilidad macroeconómica a nuestras provincias las beneficia. Se recibe más tecnología, más competencia, y el presidente Milei lo está haciendo en esa dirección. Por eso, creo que las provincias tenemos que apoyarlo. Hoy 18 de los 24 gobernadores hemos apoyado el Pacto de Mayo y hay 6 que no, y varios de ellos por motivos ideológicos, más “taras ideológicas”, quedándose en ideologías vetustas que no arreglan los problemas que tienen los argentinos y los seres humanos. Por ejemplo, Kicillof en la provincia de Buenos Aires, que tiene un conurbano donde la pobreza es tremenda. Pero yo creo que en el país se ha abierto una ventana de oportunidades para la inversión y para la estabilidad institucional.
Un “outsider” de la nada, prácticamente sin partido político, pudo ganar las elecciones y eso habla bien de la democracia y de las ideas de libertad política. Milei ha podido ganar las elecciones y no tiene mayoría parlamentaria, pero muchos otros que no estamos en ese partido pero que queremos apoyarlo, le estamos dando mayoría parlamentaria, lo estamos apoyando como para poder cambiar las principales reglas de juego de la economía y del vínculo con el mundo, que debe ser mucho más abierto.
JN: Federico Sturzenegger, que estuvo hace unos días por acá, lo situaba a usted como un adelantado a la hora de entender y de regularizar la burocracia, las leyes absurdas…
AC: Bueno, Mendoza no tiene reelección y es una de las únicas provincias en la que el gobernador no se puede reelegir. Yo he vuelto después de un período y es inédito en la historia de Mendoza porque ninguno ha vuelto a ser votado. Ahora me han renovado la confianza y eso me pone muy orgulloso, pero tiene que ser para hacer las cosas bien y mejor. Y hemos hecho muchas cosas. Hemos tenido una actitud distinta con la pandemia en materia de libertad económica, pero también de desregulaciones. Las provincias tienen mucha competencia en el clima de negocios. Por ejemplo, con la administración de la Justicia, la estamos haciendo más ágil en lo civil, en lo laboral, y eso es un adelanto. No tuvimos déficit fiscal en siete u ocho años. Eso es muy bueno porque la Nación ha vivido con déficit fiscal y muchas provincias a ese déficit lo cubrían con más deuda. Nosotros, al contrario, hemos achicado el gasto, pero hemos hecho que las funciones sustantivas del Estado progresen cada una sin déficit. Eso quiere decir que se puede.
Entonces Sturzenegger hizo mención a eso, porque ve que Mendoza lo está haciendo desde hace algunos años y que si en Argentina hubiesen hecho lo que aquí, no tendríamos más del 40% de pobreza. Incluso con Sturzenegger, en particular, estamos trabajando en un proyecto súper ambicioso que es la desregulación de los medicamentos, de la compra de medicamentos. Nosotros estamos tratando de comprar medicamentos que ya se compran en Europa, en Estados Unidos, y que introduce la industria de medicamentos de la India, que son de la misma calidad que los que se producen en Argentina y en el mundo y, la verdad, es que cuestan un 10% de algunos medicamentos que se cobran en Argentina. Sería un impacto muy fuerte sobre el mercado de los medicamentos.
JN: Alfredo, usted fue un clarividente, muy crítico de Alberto Fernández. De hecho, Mendoza fue la primera provincia en abrirse al turismo con la pandemia. Mientras en Argentina, cuando el presidente los obligaba a quebrar a vuestras empresas, a vuestras bodegas, a los hoteleros, a no poder despedirse de vuestros familiares, él abría a distintas mujeres la residencia presidencial, con el dinero público. ¿Usted cómo lo vive ahora que el tiempo le da la razón?
AC: ¡El tiempo nos dio la razón a todos los que pedimos libertad en ese momento! El miedo a la pandemia y a morirse por la enfermedad ha sido muy fuerte. Los autoritarismos, los totalitarismos, han usado ese miedo muchas veces, en muchos momentos de la historia. En ese tiempo se lo ha usado y se lo usó con abuso. Principalmente en Argentina y Alberto Fernández lo hizo así. Nosotros lo señalamos y, en algún momento, tanto Patricia Bullrich como yo, en la absoluta soledad, porque nadie se atrevía, por el miedo que instalaron.
Un agravante fue que yo estuve internado, estuve hospitalizado. Conocí el Covid. ¡La pasé mal porque casi termino en terapia intensiva! Sin embargo, eso no me detuvo para buscar la estrategia y no restringir la libertad porque sí. Administrar el Estado y un gobierno tiene que ser cada vez de más calidad de gestión, porque si no, se hace abuso de poder. Había otras formas de enfrentar el Covid y hay otras formas de enfrentar una pandemia. Hay otras formas que es a través de una mejor calidad de gestión.
JN: Usted, que es una persona con fuerte vocación por los servicios públicos, cuando lee titulares que Alberto Fernández coloca a una peluquera que ha conocido por Facebook en una empresa de ingeniería, cuando le cede el sillón de Rivadavia a Tamara Pettinato, usted, con toda su vocación en el servicio público, ¿cómo lo vivió?
AC: Es de lo más vulgar que se pueda haber visto.
JN: ¿Nadie sabía nada?
AC: Siempre había sospechas alrededor de eso, pero como a veces las sospechas son tan generalizadas que pagan “justos por pecadores”, nunca se tomó en serio, pero resulta que ahora se está verificando. Es curioso, pero se está verificando. Me parece que esto tiene que ser una buena enseñanza para el sistema político argentino: mayor libertad, mayor competencia, mayor control del poder. Pero un control eficaz, institucional, no un control anárquico.
JN: ¿Usted cuánto tiempo le va a dar de confianza al gobierno de Javier Milei? Hay mucha gente con prisa, dando seis meses o siete en lo que durante 20 años no se hizo.
AC: Yo creo que hay gente que está agazapada esperando que este gobierno fracase. En su entendimiento, en su lógica, piensan que les va a ir bien a ellos si Milei fracasa. Yo creo que nadie “bien nacido” puede esperar que le vaya mal a un país para tener una oportunidad política. Creo que eso habla muy mal de algunos dirigentes. Pienso que definir el tiempo que hay que darle al presidente es bastante difícil y esto lo explicó bien ayer el presidente Milei.
También depende de los actores económicos. Cuánta credibilidad tienen acerca de invertir y jugarse. Porque se habla mucho de la inversión extranjera y es lógico porque ahí es donde está la inversión fuerte que la Argentina necesita, pero para eso hay que abrirse, para eso está el RIGI y otras medidas que son útiles para que tengamos mayor libertad, mayor competencia. Pero también creo yo que necesitamos sí o sí que los argentinos que tienen recursos “saquen su dinero del colchón” y entren al sistema y empiecen a invertir.
La inversión extranjera de gran escala nos va a mirar, y la financiera ya nos mira, ya vino a Argentina. Muchos de ellos ganaron y muchos de ellos perdieron en esos procesos, pero la inversión real, la productiva, la que “da vuelta” la economía, también mira si los argentinos invierten, si los argentinos confían. Y esta es la tarea política que tiene que hacer el presidente Milei. Pienso que él está haciendo su parte y nosotros tenemos que apoyar para no perder estos cuatro años.
JN: Nos siguen muchos empresarios, y usted como responsable de la provincia de Mendoza, ¿qué cree que hace falta en Mendoza?
AC: Yo creo que tenemos que seguir haciendo lo que hacemos bien, a pesar de las dificultades macroeconómicas de un país mal administrado, con malos gobiernos nacionales. Tenemos que hacer mejor lo que ya hacemos. Somos productores de bebidas y alimentos, y tenemos que hacerlo mejor. Producimos varios alimentos que proveen a buena parte de la Argentina y al mundo. Producimos bebidas, la más conocida es el vino, y creo que lo podemos hacer mejor y con mayor penetración en los mercados internacionales.
Podemos hacer una agricultura mucho más competitiva de la que tenemos. Porque tenemos los agricultores para hacerlo, porque también una organización del riego mucho mejor que otros desiertos, porque esto es un desierto. Podemos hacer mejor el turismo, y yo he tenido la suerte de influir en esto, pero es el sector privado con el que vamos a hacerlo mucho mejor. Tener más vuelos y más conectividad. Atraer no solo brasileños y chilenos, sino también incorporar a europeos, asiáticos, americanos, etcétera. Podemos hacer minería.
Creo que acá hay una ventana de oportunidades enorme gracias a las políticas de Javier Milei. Además, tenemos cobre y tenemos cobre en cantidad. Estamos pegados a Chile, que es el principal productor de cobre. Compartimos la Cordillera de Los Andes y tiene mucho cobre en la zona de Mendoza, de San Juan. Es una oportunidad enorme. En el sur de la provincia, en Malargüe, tenemos licencia social para hacer esa minería. Están dadas las condiciones para que los grandes vengan y se animen. Sabemos que el cobre es un mineral crítico, que se necesita para la transmisión de energía.
JN: Serían inversiones a larguísimo plazo, ¿qué mensaje le traslada al gobierno nacional ya que usted está haciendo el esfuerzo para estas inversiones? Porque la sociedad argentina ha demostrado que de repente los malos vuelven…
AC: Bueno, Mendoza desde hace años tiene seguridad jurídica. Si bien no podemos abstraernos de Argentina y llevar a los inversores a otro lado, yo creo que el proceso de Javier Milei está teniendo resultados en un corto plazo en materia de estabilidad económica, y si este gobierno tiene éxito, pienso que se asentará en un proceso de seguridad jurídica, y no solo para la minería, sino para todas las actividades económicas. Esa seguridad jurídica se está consolidando en este proceso.
En Mendoza se están dando cosas interesantes: hay empresas canadienses, empresas australianas que son líderes en exploración y explotación minera. Quiere decir que la calidad institucional y la calidad de vida de Mendoza ha hecho que también haya pequeñas empresas prestadoras de las grandes mineras.
JN: Yo tenía un concepto de un entorno de bodega rural, y es más que eso, pero ¿por qué al español, al europeo, le es tan complicado que un destino como Mendoza pueda atraerlos? O sea, ¿qué planes hay en el turismo?
AC: En el turismo hay distintos targets. Queremos pulir más el premium y eso depende mucho de varios aspectos. El primero, el tema vuelos. Queremos que lleguen vuelos privados y estamos hablando con Aeropuertos Argentina para que tengamos una pista especial para vuelos privados. También ahora tenemos cuatro veces más conectividad con vuelos de Mendoza de lo que teníamos antes. Estamos teniendo un hub en Panamá, por ejemplo, que conecta con Mendoza y distintas partes de América. Ahora tenemos muchos más vuelos.
Además, también nos han perjudicado los gobiernos nacionales porque ha habido una protección a la empresa estatal Aerolíneas Argentinas que no ha permitido desarrollar la competencia aeroespacial. Hoy, con los nuevos decretos de Milei de desregulación, se han permitido cielos abiertos. Creemos que ya para el año que viene vamos a tener muchos más vuelos y mayores conectividades. Estamos conectados directamente con San Pablo, en menos de dos horas y media. Para el año que viene, Avianca de Colombia está pensando en estos vuelos. Todo esto agrega valor.
Se están inaugurando muchos hoteles. También tenemos restaurantes con estrellas Michelin. Para el año que viene, las estrellas Michelin de Argentina se estarán entregando en Mendoza. Y para la Fiesta de la Vendimia, de categoría internacional, aspiramos a que participe el sector privado, para que sea un evento privado en el futuro y no que esté a cargo del gobierno.
JN: Veo aquí que hay una sinergia total y colaboración entre lo público y lo privado, donde bodegas y hoteles son muy proactivos para atraer periodistas y promocionar. Esta actitud es clave para el éxito.
AC: ¡Claro que sí! Y apuntamos a que siga esa política, ese vínculo y esa alianza público-privado. Porque los logros en Mendoza respecto a una mejor gastronomía y el enoturismo, por ejemplo, se hicieron entre el sector público y el sector privado. Me encantaría llevarme el crédito, como típico político que le gustaría decir “lo hice yo”. ¡Pero no!
JN: En mi caso, nada más llegar aquí, la gente te abre su casa y te enseña la ciudad, te dan un circuito. Incluso la reina de la Vendimia, que no son solo personas bellas, sino que lo son en valores, en tradiciones.
AC: Bueno, una política absurda, que atrasa, acerca de la reina de la Vendimia se dio con hablar de la “cosificación” de la mujer. Muy por el contrario, lo que he visto es que es una tradición que mezcla lo moderno y las ideas de libertad de la mujer. Bueno, en esta fiesta que tuviste la oportunidad de pasar, vi cómo la reina hablaba perfectamente inglés y cómo les explicaba sobre Mendoza a turistas extranjeros. Me parece que los hechos hablan por sí solos.
JN: Usted hace gran esfuerzo, colma la agenda de actividad turística, mejora la conectividad en vuelos, baja impuestos, pero de repente hay unos sindicatos, como los de Aerolíneas Argentinas, que bloquean los vuelos, ¿qué piensa hacer usted ante estas situaciones?
AC: Yo creo que hay dos planos. Voy a hablar de lo que hicimos en Mendoza en materia laboral, que es sobre los servicios públicos y demás. Nosotros hemos sacado una ley de servicios esenciales. Sí, se puede protestar, sí, se puede hacer paro, pero tiene consecuencias. El descuento de haberes para quienes no trabajan y hay que atender servicios especiales con porcentajes de atención en la salud pública, en el transporte público.
Todas las cosas que tienen que ver con la competencia de la provincia están muy bien reguladas y, la verdad, no voy a decir que no hay ni un solo paro, pero cuando hay un paro, prácticamente pasa inadvertido. Es una protesta legítima, pero no perjudica al resto. Ya, a nivel nacional, que incluye a las actividades económicas, a las industrias y demás, y que la competencia es de la Nación, yo creo que hay que modificar la legislación laboral. Hay que ser mucho más estrictos a la hora de todas esas medidas de fuerza. Pienso que el gobierno lo está haciendo bien.
En esta oportunidad, el viernes pasado, hubo un paro de aeronáuticos que perjudicó a la gente. Pero porque no hay competencia, y el día que haya competencia de más vuelos, los paros de Aerolíneas Argentinas no van a tener ninguna relevancia. Con lo cual, no va a existir ese paro salvaje. El presidente Milei necesita un poco más de tiempo y creo que los argentinos le están dando ese tiempo.
JN: Sobre la intromisión estos días en la escena política de Cristina Fernández de Kirchner, ¿qué puede decir?
AC: ¡Cristina es una persona que está condenada! La verdad es que su partido debería pasarla a retiro. Esto también habla mal de ellos que no son capaces de pasar a retiro a sus líderes. Otros países ya han resuelto esto.
JN: ¿Qué piensa usted de lo que dice Javier Milei de los “econochantas”, esos economistas “que no la ven”, que hablaban de un dólar altísimo? Y también, los llamados periodistas “ensobrados”, que quieren contar que Argentina va mal, con el daño que eso hace a nivel internacional y para posibles inversores.
AC: En cuanto al tema periodístico, pienso que, a mayor libertad de circulación de ideas, mayor libertad en la gente. El público también cambia de canales. Tu experiencia creo que lo muestra. Pienso que la mayor libertad no me preocupa, pero sí creo que estamos en medio de un proceso en el que el presidente Milei tiene que estar tranquilo, que los hechos van a hablar más que las palabras.
Es cierto que hay periodistas que tergiversan, que titulan intentando perjudicar, y me ha pasado a mí, pero el pueblo me volvió a elegir. Hay que estar firme en las convicciones, si uno está firme en las convicciones, al final yo creo que se triunfa. Después hay que tener prudencia política. Bueno, y referido al empresario, hay un empresario en Argentina que no lo culpo directamente, pero que no quiere competir, y está favorecido con regulaciones. Y ha vivido relativamente bien, ha vivido sin esa competencia.
La idea es que hay que reconvertirse todo el tiempo. En el caso del periodismo, si uno se queda con esos formatos tradicionales, algunos ya son “nicho”. La tecnología está cambiando todo, ¿no? Entonces, ¿por qué no reconvertirse? Hay empresarios que siguen pidiéndole a la política que los salve.
JN: Ya que usted es muy “futbolero”, respecto a toda la política novedosa de las SAD, ¿qué tiene para decir?
AC: Hay mucha hipocresía y se dice: “¡No, los clubes son de los hinchas!”. Pero la verdad es que yo veo al Manchester City y me encanta cómo juegan. Esta es una polémica absurda en Argentina, porque hay una parte que está súper privatizada, que son de empresas que ya son sociedades anónimas. La representación de los jugadores, por ejemplo, de alguna forma ya es una S.A. La representación de jugadores y los jugadores en sí han funcionado como una commodity, por el desorden macroeconómico como el nuestro.
Muchos de los jugadores juegan afuera porque nuestra moneda está devaluada, o juegan acá, pero con sueldos en dólares. Quiere decir que hay talento futbolístico y, sin embargo, no hay buena organización. Por eso me parece una gran hipocresía negarse a las SAD. Yo creo que, con el cambio, en Argentina se va a instalar la libertad también para que los clubes decidan mantenerse como un club social con un formato ONG y que algunos migren a las SAD. Y, por supuesto, es bueno, y Estados Unidos está desarrollando una gran tarea a partir de allí.
JN: ¿Cómo valora la gestión de Daniel Scioli, el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, que ha antepuesto sus ideas políticas para ir en pos del desarrollo del país, aun recibiendo críticas de las filas de la izquierda?
AC: El turismo es ya una industria económica, y ¿de qué se trata? Bueno, se trata de hacerlo como lo hacen ellos, los economistas. Scioli conoce muy bien el área. Se trata de conectar cosas, conectar la industria aeronáutica, la industria hotelera, la industria gastronómica. Conectar. Ese es el papel del sector turístico. Yo creo que están bien enfocados en eso.
La “marca Argentina” tiene dificultades por haber tenido gobiernos nacionales muy malos que rompen esa marca. Si nosotros restablecemos la “marca Argentina”, Mendoza tiene mucho para ganar con su Malbec, las carnes argentinas, la comida, la gastronomía. Las ciudades de Buenos Aires y Mendoza son ciudades que tienen marca internacional. La cocina de Mendoza ha tenido influencia italiana y hoy también hay grandes chefs.
JN: ¿Qué es el Radicalismo, para un español que viene y que de repente empieza a ver siglas cambiantes, ambientes muy polarizados, con mucho cambio de políticos entre partidos?
AC: Es difícil definir un partido que tiene más de ciento treinta años de historia. Es el partido de más historia de toda Latinoamérica, fundado a finales del siglo XIX. Entonces, definirlo hoy no es lo mismo que definirlo cuando se fundó. Cuando se fundó, fue un partido muy liberal, basado en las ideas de Leandro N. Além.
En aquel contexto, eran contrarios a la regulación del puerto de Buenos Aires, que controlaba todo el comercio. Pero en Argentina, a lo largo de estos más de 130 años, el radicalismo sigue siendo el partido de la libertad. Siempre ha defendido las ideas de libertad económica, pero con una intervención del Estado “inteligente”, no una intervención “boba”.
Hoy es difícil definirlo porque estamos divididos entre quienes creemos que hay que apoyar las reformas estructurales de Argentina para salir adelante y aquellos que piensan que no va a funcionar y que terminará en un colapso económico. Ese colapso lo anunciaron para marzo de este año ¡y no ocurrió! Con lo cual, creo que estamos ganando los que tenemos esa visión de la Argentina.
JN: Por último, usted como visionario, ¿cómo ve a Mendoza dentro de 30 años?
AC: Cuando tengo la oportunidad de ir a Europa, a países desarrollados, pienso que me encantaría que Mendoza sea como eso. Que el transporte público sea de primer nivel, que haya seguridad en las calles, aunque ya tenemos más seguridad que la que teníamos antes. Tenemos la tasa de homicidios más baja que Santiago de Chile, que es una ciudad mucho más grande que Mendoza. Yo sueño con esa Mendoza y vamos camino a lograrlo.
Mire, el tren del transporte público va a llegar al aeropuerto antes de que termine mi mandato. Ese es mi sueño. Vamos en ese camino. El contexto macroeconómico de Argentina no nos ha ayudado, pero creo que, si el gobierno de Milei se consolida, vamos a tener grandes posibilidades de ser esa Mendoza como la que imagino, una ciudad linda y desarrollada como una de Europa, antes de los 30 años.
Fuente: Derecha Diario
