En octubre, como había confirmado el Gobierno de Javier Milei, se anticipa una reducción en los precios de la nafta y el gas por redes. Esto genera no solo una caída en el valor de la nafta, sino también una baja en el precio de las tarifas de gas.
“Quiero realizar un acuerdo justo con los consumidores. Nadie tiene que subsidiar a nadie. Ni nosotros a los consumidores ni los consumidores a nosotros. En consecuencia, si el precio del crudo internacional sube, el precio de los combustibles localmente va a subir. Si el precio baja, vamos a bajar“, declaró Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.
Según el comunicado oficial, el “esfuerzo” de YPF para reducir sus precios será del 4% en naftas y del 5% en gasoil. Sin embargo, debido a la actualización del componente impositivo y el traslado del “crawling peg” del 2%, el efecto en las estaciones de servicio será de un 1% en naftas y de un 2% en gasoil.
Esta será la primera disminución de los precios de los combustibles en términos nominales en más de cinco años, a pesar de que ya hubo varios períodos de caída en términos reales debido al efecto de la inflación.
El motivo que permitió esta reducción fue la notable caída en el precio del barril de petróleo internacional en el último mes, que pasó de aproximadamente 80 dólares a unos 71 dólares en el caso del Brent. Esto, sumado a una inflación en constante caída, permitió que los precios se puedan bajar.
Respecto al gas natural por redes, se informó que el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que determina el precio mayorista del gas, disminuirá de entre 3,3 a 3,5 dólares por millón de BTU a entre 2,979 y 3,148 dólares.
Al igual que en los combustibles líquidos, la reducción en el precio del gas será compensada por un aumento en el servicio de transporte y distribución del 2,7%. Como resultado, las facturas experimentarán una disminución de entre el 3% y el 6%, dependiendo de la categoría de consumo.
Fuente: Derecha Diario