Es uno de los pocos países comunistas en el continente americano, fue el primero en reconocer a la República Popular de China en el hemisferio occidental y Beijing lo describe como “buen hermano, buen camarada, buen amigo”.
Sin embargo, a pesar de su legado político compartido, y lo que Washington considera una historia de actividades de espionaje chino originadas en Cuba, la crisis económica de la isla, generada por su propio sistema comunista, perjudicó los vínculos comerciales con China en un momento en que se agudiza la rivalidad estratégica entre Beijing y el archienemigo de la isla caribeña, Estados Unidos.
Ninguno de los dos países publican cifras sobre la inversión china en Cuba, pero el economista cubano Omar Everleny indicó que esta representa una proporción “ridículamente pequeña” de los alrededor de 160 mil millones de dólares que Beijing invirtió en América Latina y el Caribe entre 2005 y 2020.
Las empresas chinas que están involucradas en acuerdos respaldados por el Estado enfrentan grandes sumas de deuda con el Estado cubano, según personas familiarizadas con las obligaciones financieras. A grandes compañías chinas como Huawei y Yutong “se les deben cientos de millones de dólares a cada una“, afirmó un empresario extranjero que comercia con la isla.
La falta de materias primas y una economía poco productiva dejan a la isla con escasas opciones para exportar a China, mientras que las importaciones disminuyeron en los últimos años, ya que el endurecimiento de las sanciones estadounidenses agravó seriamente los problemas crónicos de morosidad de La Habana y agotó las líneas de crédito.
Desde la pandemia de Covid-19, la producción de azúcar en la isla, que fue una industria clave, cayó a sus niveles más bajos en más de un siglo, con apenas suficiente azúcar para satisfacer las necesidades internas.
Esto llevó a la cancelación de un acuerdo de larga data para exportar 400.000 toneladas anuales de azúcar a China. “China no es el proveedor de azúcar de Cuba“, comentó Fulton Armstrong, ex oficial de inteligencia nacional de Estados Unidos para América Latina. “Es principalmente una relación de declaraciones de solidaridad. No es una relación estratégica para ninguno de los dos países“.
Hoy en día, Cuba ni siquiera aparece entre los principales aliados de China en América Latina. Pekín tiene lo que llama “alianzas estratégicas integrales” con Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Perú y Venezuela, todos exportadores importantes de materias primas, pero no con Cuba.
China apoya públicamente el derecho de Cuba a elegir su propio camino hacia el desarrollo económico comunista “de acuerdo con sus condiciones nacionales“, pero en privado, los funcionarios chinos le reclaman desde hace tiempo a los líderes cubanos a transitar de su economía de planificación vertical hacia un modelo más similar al chino (Capitalista y de mayor libertad económica), según economistas y diplomáticos al tanto de la situación.
Los funcionarios chinos están enojados y frustrados por la falta de voluntad de los líderes cubanos para llevar a cabo un programa de reformas pro mercado de manera decisiva, a pesar de la evidente disfunción del statu quo, indicaron las fuentes.
Fuente: Derecha Diario