El Sindicato de Camioneros enfrenta un clima interno caldeado tras la firma de un acuerdo entre Hugo Moyano y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Este convenio, que garantiza la continuidad laboral de 6.000 recolectores de residuos hasta 2028, eliminó la tradicional «Ley Moyano», por la cual los empleados recibían indemnizaciones ante cambios en las concesiones.
Tensas asambleas y reclamos de los Camioneros al clan Moyano
El malestar entre los trabajadores se hizo evidente en las tumultuosas asambleas realizadas en empresas como Cliba.
En videos difundidos por redes sociales, recolectores expresaron su enojo con insultos y críticas directas a Pablo Moyano, acusándolo de traidor. “Nos chupa la pija el sindicato”, gritó uno de los empleados, mientras otro reclamaba: “¿Vos me asegurás que en 2028 nos van a pagar? ¡Qué nos van a pagar!”.
El principal punto de conflicto es la falta de indemnizaciones en el nuevo acuerdo. Según Infobae, el problema radicó en una deficiente comunicación hacia los trabajadores, quienes no estaban al tanto de las condiciones del convenio firmado en octubre.
Los trabajadores de Cliba se mostraron en contra de los Moyano | La Derecha Diario
Este incluye compensaciones únicamente para quienes estén próximos a jubilarse o con problemas de salud, dejando al resto sin el privilegio económico esperado.
La postura del sindicato ante las críticas
Marcelo Aparicio, número 3 del sindicato, difundió un video en redes defendiendo el acuerdo. Reconoció que la «Ley Moyano» es un privilegio que no está contemplado en la legislación laboral y calificó de “minúscula” a la facción de trabajadores que cuestionaron la negociación.
Además, señaló que las negociaciones buscaron garantizar beneficios como la antigüedad y el mantenimiento del convenio colectivo. “Nada se hizo en perjuicio de los trabajadores, sino para protegerlos”, enfatizó, pidiendo reflexión a las bases descontentas.
Divisiones internas en un sindicato históricamente fuerte
El conflicto también expuso tensiones en la conducción del gremio. Mientras Hugo Moyano asumió las negociaciones con el gobierno porteño, desplazando a su hijo Pablo, las críticas internas se dirigieron principalmente al menor de los Moyano.
Pablo había prometido en junio que las empresas pagarían indemnizaciones, generando expectativas que el nuevo acuerdo no cumplió.
Desde los sectores más críticos de Camioneros se cuestiona la pérdida de poder de negociación del sindicato. Por otro lado, trabajadores de otras empresas expresaron su apoyo al liderazgo moyanista, en una suerte de campaña para contrarrestar las voces disidentes.
Los detalles del acuerdo
El convenio con el gobierno porteño se basó en la prórroga de los contratos de recolección hasta 2028. Aunque prioriza la estabilidad laboral, deja en evidencia los límites del sindicato frente a un contexto económico y político desafiante. Los camioneros cuestionan no sólo la ausencia de indemnizaciones, sino también la falta de transparencia en la negociación.
El conflicto interno pone a prueba el liderazgo de los Moyano, quienes deberán equilibrar su rol como “defensores de los derechos laborales” y el desafío de mantener la unidad en un gremio golpeado por las críticas.
Fuente: Derecha Diario