Mientras que en enero se registró una pobreza del 57,4%, producto de la crítica herencia económica del kirchnerismo, Argentina cierra el primer semestre de 2024 con una caída al 48,5% de dicho índice, lo cual representa una disminución de casi 9%.
Antes de la publicación de los índices oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) reveló que la pobreza en Argentina se redujo al 48,5% de la población durante el primer semestre de 2024, afectando a más de 23.175.000 personas en todo el país.
Este índice fue elaborado utilizando datos trimestrales de la Canasta Básica Total (CBT) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y refleja una significativa caída respecto a periodos anteriores.
La metodología de la UTDT se basa en la proyección de la estructura del mercado laboral y se actualiza mensualmente. Para calcular la tasa de pobreza, la universidad proyectó un incremento interanual del 214,8% en el ingreso total familiar (ITF) para el semestre.
Utilizando estos datos y simulaciones de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del primer y segundo trimestre de 2024, se determinó que la tasa de pobreza promedia fue del 52,6% para el período de enero a marzo y del 48,5% para abril a junio, resultando en un porcentaje semestral del 50,5% de la población total.
Estos resultados representan una notable disminución respecto a las cifras de pobreza reportadas por otras universidades, que indicaban un 57,4% en enero. La reducción de casi 9 puntos porcentuales es una gran mejora, teniendo en cuenta el contexto económico del país.
El informe de la UTDT también destaca que alrededor del 50% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La EPH, que estima una población urbana de 29,3 millones de personas durante el semestre, sugiere que aproximadamente 14,8 millones de estos individuos residen en hogares clasificados como pobres.
En cuanto al costo de la Canasta Básica Total (CBT), que se utiliza como umbral para medir la pobreza, se observó un incremento del 2,6% en junio, la variación mensual más baja desde noviembre de 2021. Con este aumento, una familia tipo necesitó $873.169 para no ser considerada pobre. Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia, subió solo un 1,6%, marcando el aumento más bajo desde junio de 2020.
De acuerdo con los datos oficiales del INDEC, publicados el viernes, el costo de no caer en la indigencia para una familia compuesta por un hombre de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años, fue de $393.319.
La reducción en la tasa de pobreza reportada por la UTDT ofrece una perspectiva más optimista, sugiriendo una tendencia a la baja en comparación con los niveles de pobreza de principios de año. Durante los próximos meses, con la caída de la inflación y el aumento real de los salarios, es prácticamente un hecho que la pobreza continúe en descenso.
Fuente: Derecha Diario