El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no apoya un ataque de represalia por parte de Israel contra las instalaciones nucleares de Irán, pero ha trabajado para construir un amplio consenso internacional sobre la respuesta ante el reciente ataque con misiles de la República Islámica contra el Estado judío.
“Vamos a discutir con los israelíes lo que van a hacer, pero los siete países del G7 coincidimos en que tienen derecho a responder, aunque de manera proporcional”, afirmó Biden a periodistas antes de abordar el Air Force One. Aunque no especificó cuándo hablará con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que lo hará “pronto”.
“Irán se ha desviado completamente”, añadió Biden, y adelantó que “habrá sanciones impuestas” sobre el régimen de Teherán.
Cuando se le preguntó específicamente si respaldaría un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán, Biden fue claro: “No”.
Reunión del G7 y sanciones a Irán
El martes, Biden participó en una conversación con los líderes del G7 —Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido— para abordar la crisis entre Israel e Irán. La creciente tensión entre ambos países, agravada por los ataques de Irán, ha generado temores sobre un conflicto mayor en la región.
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Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, los líderes discutieron el “ataque inaceptable de Irán contra Israel” y la necesidad de una respuesta coordinada, que incluiría la imposición de más sanciones sobre Teherán.
Jean-Pierre también subrayó que Biden expresó la “solidaridad total y el apoyo” de Estados Unidos a Israel y reafirmó el compromiso del país con la seguridad del Estado judío.
Respuesta de Israel y advertencias a Irán
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que Irán “pagará un alto precio” por el lanzamiento de más de 180 misiles balísticos el martes. Algunos analistas sugieren que la respuesta de Israel podría ser más contundente esta vez, con posibles ataques a las instalaciones nucleares o petroleras de Irán.
El mismo martes por la noche, Estados Unidos fue uno de los cuatro países que trabajaron junto a Israel, el Reino Unido y Francia para defender al Estado israelí del ataque con misiles.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha advertido a Irán que enfrentará consecuencias por el ataque, aunque continúa priorizando la vía diplomática. En contraste, Israel ha reforzado su postura militar, buscando garantizar su seguridad frente a las amenazas.
Posición de Estados Unidos y riesgos de escalada
Kurt Campbell, subsecretario adjunto de Estados Unidos, señaló que la administración Biden busca alinear su posición con la de Israel en cuanto a la respuesta a Irán, pero también reconoció que el conflicto en Medio Oriente está en una situación crítica.
“Estamos al borde de una escalada que podría poner en riesgo los intereses tanto de Israel como de Estados Unidos”, advirtió Campbell durante un evento virtual organizado por el think tank Carnegie Endowment, con sede en Washington.
Campbell destacó que lo que Irán ha hecho es “profundamente irresponsable” y que debe haber una “respuesta contundente”. Aunque subrayó el apoyo de Estados Unidos a algunas de las acciones emprendidas por Israel, también mostró cautela sobre la posibilidad de una intervención militar prolongada en el Líbano, lo que podría agravar la situación en la región.
Fuente: Derecha Diario
