Al exgobernador kirchnerista de Tucumán se le juzgó por un total de nueve hechos de abuso sexual. El actual intendente de La Matanza, Espinoza, está procesado por abuso sexual, y el ex candidato a diputado Guazzora está arrestado esperando juicio por abuso sexual de una menor.
Sentado en una silla, con los hombros encogidos y los flashes apuntando, José Alperovich fue condenado a 16 años de prisión por el abuso sexual de su sobrina, quien trabajaba bajo sus órdenes cuando era senador.
Con esta nueva condena, Alperovich se suma a una gran cantidad de políticos kirchneristas que tienen causas de abuso sexual, como por ejemplo el Intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, o el ex candidato de Principios y Valores, Ezequiel Guazzora.
El juez Juan Ramos Padilla ordenó que fuera inmediatamente detenido y enviado a una prisión. Además, se ordenó investigar por falso testimonio a tres de las personas que declararon en el juicio.
El tres veces gobernador kirchnerista de Tucumán escuchó la sentencia con los ojos cerrados, la cabeza gacha y las manos apretadas. El juez lo declaró responsable de abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades, dos hechos en grado de tentativa y otros seis hechos con acceso carnal, mediando intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad.
“Proceda señor comisario”, dijo el juez. Alperovich no dirigió su mirada a nadie. Se paró, se puso el sobretodo mientras sus hijos lo abrazaban y despedían. Los periodistas le preguntaron si tenía algo para decir, pero no respondió.
El debate oral y público contra el ex gobernador de Tucumán comenzó el pasado 5 de febrero, donde se lo juzgó por un total de nueve delitos de tentativa de abuso, abuso simple y abuso agravado con acceso carnal. Se llevaron a cabo 15 audiencias y participaron casi 70 testigos y peritos. Este martes, Alperovich se negó a decir sus últimas palabras antes del veredicto y el juez Juan Martín Ramos Padilla fijó para las 20 de hoy, luego de un cuarto intermedio.
La víctima, 35 años menor que el condenado, además de ser su sobrina, trabajaba para él en la campaña política electoral que intentaba reubicarlo por cuarta vez en la gobernación de Tucumán en las elecciones de 2019. Según la investigación, los delitos ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en las ciudades de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, y en un departamento de Alperovich en el barrio porteño de Puerto Madero, momento en el que ocupaba una banca en el Senado nacional. “En todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”, se sostuvo en la acusación.
“Yo a José lo acompañé durante muchos años, no solo como primo desde el año 2003, cuando comenzó su historia política. Yo le dije que lo acompañaba porque era su primo y porque lo amaba y quería que le fuera bien. Y le fue muy bien. Después pasó el tiempo, 2010, ya no era más José: tenía otra mirada, otra postura, otra actitud. No sé, la cabeza, el poder”, aseguró el padre de la víctima, y añadió: “Si vos querés conocer a una persona, dale poder, y te vas a dar cuenta quién es. Esa psicopatía que tenía José yo no la conocía”.
Espinoza
A la condena de Alperovich, se le suman otros casos de dirigentes y políticos kirchneristas que comparten el hecho de que, además de ser corruptos, fueron condenados por abusos sexuales.
Un ejemplo de lo mencionado anteriormente podría ser el caso del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, a quien una jueza lo procesó por abuso sexual y desobediencia, a raíz de una denuncia presentada por una joven que trabajaba bajo sus órdenes como secretaria privada en el municipio.
Según consta en la causa, la víctima aseguró que el dirigente peronista la abusó sexualmente mediante tocamientos en el interior del departamento donde vivía en la Capital Federal, el 10 de mayo de 2021. El intendente había ido a su casa después de decirle que quería cenar con ella.
Ella contó que había comenzado a trabajar en la Municipalidad el 28 de abril de 2021, que la contratación fue “en negro” dado que nunca la registraron, que la llamaban por un nombre falso “desconociendo las razones a las que ello obedecía y que debía desempeñarse como secretaria privada con una remuneración prometida de $150.000 mensuales”.
La jueza consideró que había elementos suficientes para procesar al intendente por los delitos de abuso sexual y desobediencia, este último por no haber cumplido con una orden de restricción previa que le prohibía el contacto con la víctima. A día de hoy, la causa continúa su curso y se espera que se presenten más pruebas y testimonios en las próximas audiencias.
Guazzora
Por otro lado, también está el ejemplo de Ezequiel Guazzora, el periodista kirchnerista acusado de pedofilia que estuvo prófugo más de dos meses.
Guazzora, quien pasó 67 días prófugo, fue detenido por la Policía Federal, luego de ser acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores. Su captura fue dictada el 15 de agosto de 2023, y el Ministerio de Seguridad de la Nación había ofrecido una recompensa de $4 millones para quien proporcionara información sobre su paradero. La víctima era una adolescente de 16 años de edad.
El periodista, que había sido precandidato del partido Principios y Valores, encabezado por Guillermo Moreno, y había trabajado en la Auditoría General de la Nación y la Municipalidad de Merlo, fue detenido precisamente en Merlo, en un domicilio ubicado en la calle Carlos Tejedor. Durante su fuga, había rapado su cabeza y aumentado notablemente de peso, en un intento de evadir a las autoridades. Detectives del caso aseguraron que Guazzora cambió tres veces de celular durante su huida para evitar ser localizado.
Estos tres casos demuestran la peligrosa relación que tienen los dirigentes kirchneristas con los delitos de abuso sexual y, seguramente, conforme pase el tiempo, más causas como estas saldrán a la luz.
Fuente: Derecha Diario