En el contexto de las investigaciones y denuncias que están siendo realizadas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) por su nuevo titular, el abogado Diego Spagnuolo, se conoció el nombre de un nuevo gato del expresidente, Alberto Fernández.
Se trata de Paula Evangelina Martínez, que fue directora Nacional de Apoyo y Asignación Económica en la agencia, habiendo sido designada por recomendación directa de Fernández, y que manejó la quinta caja más grande del Estado.
La caja millonaria que manejaba Martínez
Martínez habría gestionado un presupuesto de aproximadamente 3.400 millones de dólares para la asignación de pensiones por invalidez a nivel nacional. «Era la quinta caja más grande del Estado, solo superada por ANSES, PAMI, la Superintendencia de Servicios de Salud y el ex Ministerio de Desarrollo Social», comentó una persona que conocía a Martínez desde su paso por la televisión.
Un informe revela que, durante la gestión del anterior director, el camporista Fernando Galarraga, y bajo la supervisión de Martínez, se otorgaron 300 mil nuevas pensiones, una gran cantidad de ellas en los últimos días de la administración de Fernández.
En la actualidad, el fiscal Guillermo Marijuán investiga el marco legal tras una denuncia presentada por Spagnuolo, que señala que se modificó la normativa para flexibilizar los controles, lo que resultó en un descontrol en la distribución de las pensiones, así como en otros gastos realizados en la agencia durante la gestión de Martínez bajo el gobierno de Fernández.
También se comenta que Martínez habría mantenido una relación sentimental con Alberto Fernández, acompañándolo incluso en el velatorio de Néstor Kirchner en 2009, cuando Fernández era jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, lo que supuestamente causó un gran enojo en la entonces presidente.
Asignación fraudulenta de pensiones por invalidez
Hace unos meses, el Gobierno de Javier Milei había denunciado un esquema de corrupción y desvío de fondos a través de la asignación fraudulenta de pensiones por invalidez en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que podría ascender a un total de 3.400 millones de dólares. Las nuevas autoridades del área, que ahora depende del Ministerio de Salud, calculan que el desvío de fondos alcanzó un 40% del presupuesto anual destinado a pensiones no contributivas por discapacidad.
La auditoría realizada por los funcionarios indica que solo el 7% de las pensiones por invalidez laboral cumplen con los requisitos establecidos. Los detalles del expediente judicial son a veces casi absurdos. «En un expediente, se presentó como prueba de incapacidad laboral una radiografía de un perro«, comentó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en aquel momento.
Además, mencionó que encontraron radiografías descargadas directamente de Google, constancias de análisis de laboratorios repetidos y hasta un certificado médico que acreditaba una supuesta dolencia del paciente que en teoría lo incapacitaría para trabajar, pero que en lugar de describir la dolencia, reproducía un poema titulado «La Herida«. Este poema era el único respaldo para la solicitud de la pensión por invalidez, que terminó siendo aceptada por el gobierno kirchnerista.
Según datos oficiales, entre 2003 y 2015, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, la cantidad de Pensiones no Contributivas por Invalidez Laboral aumentó de 80.000 a 1.050.000, y en la actualidad se estima que llegarían a 1.300.000, «una cifra sin precedentes, incluso en países que han pasado por guerras mundiales«, comentó el vocero.
La relación entre Paula Martínez y Alberto Fernández
La exvedette Paula Martínez estaba a cargo de los «abordajes territoriales«, una especie de «plan platita» para la discapacidad, en el que se identificaba a los «pensionados» en diferentes pueblos y provincias. Se les entregaba un diploma que funcionaba como certificado, se tomaban fotografías, y la actividad se promocionaba junto al intendente o gobernador, acompañados por la funcionaria cercana a Alberto Fernández.
El expresidente, quien ha sido denunciado por «violencia de género» por Fabiola Yáñez, conoció a Martínez en los primeros años de los 90. Anteriormente, Martínez había trabajado en televisión, sirviendo fideos a Tato Bores y apareciendo en la pantalla de programas como Rompeportones y Petardos, ambos producidos por Hugo Sofovich.
Fernández y Martínez se conocieron en el programa de entrevistas «Al Cole«, en el que Martínez entrevistaba a figuras políticas en un canal de cable. En ese entonces, Alberto Fernández negó conocer a Martínez, y cuando los periodistas los descubrieron juntos en un restaurante de Puerto Madero, Fernández aseguró que se habían encontrado por casualidad. Pero, por esas vueltas de la vida, esa ocasional compañera de Fernández terminaría siendo la funcionaria que manejó una de las cajas más grandes del Estado durante su gestión, en una posición con gran impacto social que ahora está envuelta en denuncias de corrupción.
Fuente: Derecha Diario